-Kacchan por favor, nunca te pido nada, juro que si me ayudas no te volveré a pedir favores- Era la décima vez que el peliverde insistía en que lo ayudara, tanto así que hasta le compró un reloj a su amigo como soborno y aunque Katsuki lo rechazó, se estaba volviendo más insistente sobre el asunto.
-Como molestas, no te basta con que tenga que ver tu estúpida cara todos los días, resulta que ahora quieres consejos amorosos- Contesto Katsuki mirando de forma insistente su teléfono sobre la mesa, en realidad estaba preocupado, pues hoy era la reunión familiar del hielitos calientes, esperaba que fuera bien.
-Quiero que sea especial, cada vez que hablo con ella no puedo controlar mis nervios, solo no quiero arruinarlo- Dijo intentando no tartamudear, mientras que jugaba con sus dedos de manera nerviosa.
Bakugo por su parte suspiro, era la primera vez que veía al nerd actuar así de manera tan idiota por alguien, guardo su celular en su pantalón listo para hablar, el peliverde al ver esto sonrió ligeramente listo para las sabias palabras de su amigo de la infancia.
-Te diré tres palabras... "No me interesa"- Y con eso listo se paró de su asiento para irse a su habitación con la intención de irse, sin embargo Midoriya se abrazo de su cadera para impedir que se fuera, como si su vida dependiera de ello.
-¡Kacchan! ¡Solo en ti puedo confiar! Te juro que es el primero y el único favor que te pido, las páginas de internet no ayudan mucho- Lloriqueo Izuku dejando el orgullo de lado, no importando el método ni el camino, solo quería escuchar un consejo de un amigo, uno verdadero.
-¡Maldita sea! ¡Bien, si existe alguna chica que le gustes le compadezco! Pero no seas un Deku en la cita, invitala a comer en un restaurante- Finalizó agarrando los brazos del chico para deshacer el agarré -Tienes que saber sus gustos antes de invitarla al cine o a un sitio en particular, por eso mismo es jodidamente necesario la cena, para conocerla, lleva flores, chocolates, no seas codo- Recitó hasta que se le vino a la mente una idea, dejando de narrar.
-Esta bien Kacchan... Y-Y ¿Qué más?- Pregunto el chiquillo no queriendo interrumpir a su amigo, pero el silencio le incito a hablar.
-Mierda, eso es, bien Deku, con eso estarás bien, yo me tengo que ir- Sin decir más, agarró sus llaves y su chaqueta para salir de la casa.
Midoriya no dijo nada, se quedó observando todo en silencio hasta que agarro su libreta para apuntar lo que le había dicho el cenizo, antes de que se le olvidará, más tranquilo se fue a la habitación de huéspedes, listo para iniciar una llamada, con la intención de invitar a salir a Uraraka Ochako.
Dabi solo traía una camisa blanca con dos botones desabrochados, junto con un pantalón de vestir y unos zapatos negros, aceptable, fue lo que pensó al verse al espejo mientras se ponía un poco de colonia, suspiro listo para salir del departamento, era lo más elegante que podía asistir y no porque no quisiera, no tenía nada en contra de los trajes, incluso fue a su graduación vestido con un smoking vino, ya que era el mejor atuendo desde su perspectiva, pero tener que darle ese gusto a Endevor y además de aguantar las burlas de su pareja, no lo valía.
-¿Acaso ya vas a buscar empleo? Supongo que ahora puedo creer en Dios- Escuché la voz de Shigaraki en cuento agarré las llaves de la casa, listo para acabar con esta farsa.
-Oye, ser distribuidor de hierva es un trabajo muy importante, así te conocí- Reclamé desinteresado, agarrando mi cartera antes de abrir la puerta.
-Que linda historia, decir que mi actual novio me confundió con un pato gigante e inocentemente me intento secuestrar- Dijo de forma sarcástica Tenko antes de caminar hacia mi con la intención de despedirse.