Cap. 16

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La calma antes de la tormenta

Katsuki fue él primero en despertar, lo primero que miro fue al chico de dos colores que tenía a su lado, babeando sobre su brazo, estaban ambos acostados en las mantas del suelo, un tipo futón que armó el heterocromatico, pensó que sería mejor dormir ambos en la cama pero el chico introvertido había invadido su espacio personal en medio de la noche, se planteo despertarlo con ese enojo que lo caracterizaba pero al verlo cansado y dispuesto a dormir a su lado, prefirió dejarlo escapar solo por esta ocasión.

Regresando al presente, intento quitar su brazo sin despertar al Todoroki, ya que no podía sentir parte de esa extremidad, sin embargo no tuvo mucha suerte, apenas intento moverlo el heterocromatico empezó a abrir sus ojos aún somnoliento, tallando con lentitud su ojo derecho por el repentino movimiento.

-kats-

"Mierda" Fué lo que pensó antes de regresar a la posición que estaba, con su mano libre acarició la mejilla del Todoroki quitando finalmente su brazo, intentando calmar al chico.

-Vuelve a dormir- Dijo con su voz gruesa, sin embargo, el chico bicolor negó con la cabeza acurrucándose nuevamente en el pecho del cenizo.

-Tu apodo...- Fué lo único que pudo murmurar.

Bakugo soltó una pequeña risa, no podía creer que había alguien más terco e impaciente que él, aunque no sabía con exactitud como evitar nuevamente el tema, prefería no decirlo pero tampoco quería perder.

-No me desperté temprano por nada, debes ir a la a académica, así que báñate y lávate los dientes, te dejare el uniforme en el cuarto - Con eso se levantó del futón improvisado saliendo de la habitación.

El Todoroki apenas pudo recibir las órdenes, se sentó mirando en su teléfono la hora, las 5:00 am en punto, talló sus ojos pensando en su entrenamiento matutino, suspiro caminando hacía el baño, Katsuki le indico dónde se encontraba a mitad de la noche, le específico que como solo existía un baño en la casa debían ser rápidos, Shoto iba a entrar al "sanitario" hasta que escucho unos gritos provenientes de la habitación de invitados.

-¡K-Kacchan! ¡Es mío, el repuesto apenas se está secando!- La voz de Midoriya se hizo presente.

-¡Maldito envidioso, muere!- Era la contestación de Bakugo.

Después de unos cuantos gritos, reclamos y probablemente jalones, el cenizo salió de la habitación con el uniforme de la UA en brazos, se dirigió al heterocromático ofreciéndole las prendas, el chico bicolor arqueó la ceja entendiendo más o menos la situación.

-¿Le robaste a Midoriya el uniforme?- Cuestionó Todoroki dudando en recibir la dichosa ropa.

-La pedí prestada, hasta el nerd se disculpo por no crecer para que te quedará a la medida- El fiel sarcasmo podría sacarlo de dudas innecesarias.

El heterocromático entrecerró los ojos analizando al cenizo, el Todoroki había pulido su técnica para identificar las mentiras y las bromas del ojo rojizo, había funcionado la mayoría de veces pero el sarcasmo era su especialidad... Lastima que hoy no era su día, le creyó, aceptando el uniforme gustoso.

-Dile a Midoriya que no se preocupe, el crecimiento suele relacionarse con los genes, así que no es su culpa ser tan chiquito- Y con esas palabras entro al baño dispuesto a asearse, dejando a Bakugo al borde de la risa.

Katsuki no se molestó en buscar libros o libretas para Shoto, ya que le había avisado a su hermana con anterioridad que le dejará en la escuela sus útiles, ahora solo faltaba el desayuno, el cenizo siempre preparaba lo que le gustaba o se le antojaba, incluso si recibía quejas de su madre, intentos por parte de Izuku o quejas del picante de sus amigos, pero ahora era diferente, tenía a Shoto en su casa y debía lucirse con el menú, aunque no podía hacer mucho siendo el desayuno, algo ligero podría servir, camino a la cocina para hacer panqueques, cortando fresas, duraznos y moras, incluso sacando la prohibida crema batida.

Mala InfluenciaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora