Cap. 9

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-Hola, me llamo Midoriya Izuku, los profesores me comentaron que me darías tutoría, eres Todoroki Shoto ¿Verdad? Encantado de conocerte- Se presentó de manera amigable el peliverde en cuanto llego al salón, sonriendo de oreja a oreja formando un tierno sonrojo sobre sus mejillas, quería asegurarse que el era la persona que le enseñaría, aunque era obvio, Shoto era el único que encajaba en la descripción dada, no era común ver a alguien con dos tonos de cabello.

Todoroki volteo a verlo, estaba pensando cómo hacer que ésto funcionará, pensó en qué sería una buena oportunidad para afectar el apellido de su padre, pero no quería perjudicar el tiempo con Katsuki ni su educación, dio una ligera reverencia con su cabeza en señal de saludo y dio con la solución más obvia, estudiar en el receso.

-¿Comiste antes de venir?- Soltó de repente el bicolor, para el era esencial saber ese dato.

-Eh... Ah, si, comí muy bien antes de venir- Respondió un peliverde confundido, no esperaba ser cuestionado por su alimentación.

Tenía miedo, Izuku había escuchado por sus compañeros que el albino era muy callado, no socializaba y se le consideraba un alumno ejemplar por ser bueno en los estudios y un gran deportista, decían que no hablaba con sus compañeros porque nadie era merecedor de su tiempo, los chismes vuelan y si se trata de hablar mal a las espaldas de los demás no perdían el tiempo, aunque el peliverde no creía del todo los rumores tenía que prevenir posibles situaciones, Shoto daba un aura intimidante.

-Genial- Fue lo único que soltó el Todoroki antes de voltear su vista a su mochila para sacar varias libretas rojas.

Midoriya miro todos los movimientos del contrario limitándose a observar, su confusión aumento conforme los segundos pasaban pero en ningún momento se retiró, pensó que sería de mala educación, además las charlas normalmente vienen acompañadas de una despedida ¿Cierto? Entonces aún no había acabado la conversación.

-En estás libretas están todas las anotaciones que he tenido a lo largo del año, sin embargo, quiero que en esta hoja me anotes en los temas que tengas problemas o generalices una asignatura- Menciono de manera indiferente el albino, una vez dicho esto miro a los ojos a aquel chico -En el receso te veo en la biblioteca, no tardes- Fueron las últimas palabras del chico.

-Ah, claro Todoroki-kun, lo haré- Era lo único que pudo decir agarrando la hoja de papel antes de irse, si se quedaba más tiempo iba a morir de un paro cardíaco.

Las clases iniciaron pero el bicolor nuevamente estaba distraído, solo que está vez era por el mensaje de Katsuki, no dejaba de sonreír, cosa que sus compañeros no pasaron de largo, era como un milagro ver qué el alumno perfecto y recto tuviera una expresión tan tierna, agradable, se desvaneció después de unos minutos pero el brillo de sus ojos no se borraba, quería que las horas pasarán más rápido.

Kats💖:
Bastardo Mitad-mitad te esperaré en la puerta de tu maldita escuela, más te vale no irte sin mi si es que aprecias tu vida.

"Tan lindo" Pensó el bicolor, las clases se fueron volando y ahora se encontraba con su mochila en la biblioteca, esperando pacientemente al peliverde, estaba curioso como su estado de ánimo cambiaba de manera tan radical, antes estaba feliz por el mensaje y ahora se sentía incómodo por enseñar a ese chico, no era fanático de interactuar con alguien que era tan cercano a su amigo ¿Debían ser amigos también? Fue una duda que divago por su cabeza, pero la desecho por lo problemático que sonaba.

-Lamento la tardanza, no sabía que en la biblioteca no se podía comer y tuve que tirar mi jugó- Se excuso el peliverde sentándose al lado del heterocromático esperando que no se enojara por la tardanza.

Todoroki no contesto, ni siquiera se preocupo, se limito a enseñarle todo lo que podía en los 15 minutos que les proporcionaban, respondiendo las dudas o lagunas que pudieran presentarse en la materia de física, Midoriya se sorprendió lo bien que explicaba el albino, incluso se planteo la idea de pedirle ayuda entre las clases, una vez el tiempo cumplido Shoto se despidió, no quería pasar más tiempo de lo necesario con el peliverde, pero el de ojos esmeraldas no pensaba lo mismo, iban en el mismo salón por lo que Izuku optó por caminar a su lado y hacerle compañía, sin hablar, no quería que el heterocromático se sintiera aislado.

Mala InfluenciaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora