7. PLAN IMPERFECTO I

1 1 0
                                    

Nicolle Levine

26 Febrero 2014

Llevaba días sin hablar con Liam lo cual era extraño ya que coincidíamos en el colegio a diario, pero siempre que trataba de acercarme a él éste huía. Como si tuviera miedo de algo relacionado conmigo o directamente me tuviera miedo a mí.

Eso no me favorecía ya que hacía que yo siguiera teniendo muchas dudas sobre él, ahora incluso más que antes.

La parte buena era que me estaba dando tiempo para planear mi perfecto asesinato. Bueno, aún no era del todo perfecto, pero lo sería. Liam no tendría escapatoria y yo solo seguiría pasando desapercibida, nadie sospecharía de mí, tal y como pasó con el asesinato de mi madre.

La única diferencia sería que esta vez lo haría conscientemente, no en un ataque de ira, podría disfrutar de las súplicas de Liam por unos segundos más de vida.

Mi plan era bastante sencillo, aprovechando la distancia que se había formado entre nosotros lo acorralaría y allí lo mataría. Ya tenía el lugar y todos los preparativos montados, solo me quedaba un pequeño detalle. Liam.

No tenía ni la más mínima idea de cómo atraerlo a mi trampa, porque un asesino experimentado como él no caería en una mentira tan simple, ¿o sí?

Esa mañana le había dejado una nota en su libreta, la cual me aseguré que leía, en ella había una dirección y una hora. Era obio que Liam sabría que esa nota era mía ya que le dejé mi inicial escrita al final de ésta.

No quería pasar desapercibida, quería que él supiera que yo era quien quería verle, que yo era quien iba a matarle.

Llevaba desde las siete de la tarde en ese lugar, terminando de cuadrar todos los detalles para que nada fallara. Estaba impaciente, ni siquiera sabía si él llegaría a presentarse en la casa abandonada donde le había citado.

Mientras esperaba a Liam dí una vuelta por el piso para comprobar que no hubiera ninguna salida posible a parte de la puerta de entrada. Hacía mucho tiempo que no estaba en esa casa, de echo ni siquiera había vivido nunca allí. Era una de las tantas antiguas residencias de Ari, pero a diferencia de la actual, ésta era bastante humilde. Después de que la familia Ellens se mudara por centésima vez nadie había comprado la propiedad haciendo así que quedara en el olvido. Abandonada y tapiada. Era un regalo para mí, demasiado buen sitio para matar a alguien. ¿Quién iba a mirar allí? Nadie.

Debido a la poca iluminación que había en el interior me había visto en la obligación de poner velas por toda la casa para que así al menos pudiera distinguir las figuras de los objetos.

Cuando dieron las nueve de la noche empecé a escuchar ruidos en la entrada, mi presa había llegado. La puerta se abrió y Liam entró por ella.

—¿Qué quierías? —Preguntó seriamente al haberse acostumbrado a la luz.

—Qué amable estás, considerando que me has ignorado durante semanas. —Dije acercándome a los altavoces para poner música a través de mi teléfono.

Él solo sonrió ante la música lenta que empezó a sonar.

Entró en la casa y se sentó en el sofá que yo misma había preparado para poder pasar un rato tranquilo antes de asesinarlo. Le serví una copa de ginebra sentándome a su lado.

—¿Esto es lo que querías? ¿Emborracharme? —Me reprochó, pero aceptó la copa.

Me reí de su comentario mientras me servía una a mí también.

—Tranquilo, solo quería hablar contigo en algún lugar apartado. Siento que estuviste ignorándome todo este tiempo.

Por sus ojos entendí que eso era justamente lo que había estado haciendo. Por primera vez pude distinguir algo de culpa en su mirada, por primera vez Liam me demostró un sentimiento real.

Mátame [COMPLETADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora