Sí tú, tu serías.

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Sí tú, tu serías.

(Importantisimo leer las notas al final)

Mi hermoso sueño de un bronceado perfecto se interrumpio cuando mi teléfono repico por toda la sala. Del susto -ya que empezó a sonar de repente- me caí. Cuando por fin alcancé el teléfono, con todas las ganas le dije:

-¡Quien diablos llama a estas horas de la llamada!- grite, chillé como quieras llamarlo.

-Querida Juliette, yo también te quiero.- mi cabeza iba a explotar, sentía punzadas.

-Derek no estoy de ganas hoy, así que antes que rompa este teléfono no vuelvas a llamar- Sasha estaba estallando a carcajadas y yo ni sabía el porque.

-¿Dónde estás?, para eso te llamaba- bufé.

-Estoy con un hombre, ¿satisfecho?- colgué.

Quede mirando a Sasha sin entender nada, ella seguía riendo.

-¿Qué es tan gracioso?- le pregunté.

-Es que tu, de repente caiste. Fue tan gracioso- la fulmine con la mirada- Oh disculpa, lo siento- se largo a reír. Aún no le veía lo gracioso.

-Ayuda me- estaba tan concentrada en reírse que no presto atención a lo que hacía y me dio la mano.

La jale tan fuerte que cayo de espaldas en el piso y esta vez fui yo la que empezó a reír horrible me restregué por todo el piso. Mi estomago rugía.

-Sasha, tengo hambre- ella me quedo mirando.

-Mi casa, es tu casa. Anda a la cocina y también me preparas algo a mi- La quede mirando.

Le agarré el brazo y la arrastre conmigo hasta la cocina.

-¡Que pasa aquí! ¡Sasha Conllins!- llego gritando su madre.

Estaba con un vestido y tacones, Sasha saco todo a su madre, eran idénticas. Las dos con el cabello negro potente, ojos claros y cuerpo definido, yo sin embargo me parezco más a mi padre, sus ojos, cabellos y forma de ser.

-¡Mamá!- chilló Sasha- calma.

Sasha se paro del piso y las dos nos pusimos derechas delante de su madre.

-¡Cuando llegue a casa no quiero este desastre! ¿Entendido?- dio la media vuelta y se fue.

Cuando escuchamos la puerta cerrarse, Sasha y yo nos quedamos mirando y estallamos en risas. Nos adentramos en la cocina, me senté en una de las sillas de el mesón. 

-¿Que vas a preparar? a mi no me mires así, yo no se cocinar- alcé las manos en forma de paz

-¿Salir a comer no es una mejor idea?- asentí.

La ropa de Sasha no me quedaba perfecta, pero aún así me puse una chaqueta y nos fuimos.  No sabía como mi auto había llegado aquí, pero estaba esperando que se calentra para partir a la cafetería.

Estaba en pijama, botas y chaqueta, no me veía para nada sexy. Mi maraña de cabello estaba sujetado en una gran cola y tenía mi bolso de mano. Entramos y el café estaba lleno. Llego Francys a saludarnos:

-Juliette, Sasha- llego exclamando- ¡Tiempo sin saber de ustedes!

Nos atrapo en un gran abrazo, nos dio un beso en cada mejilla.

-Francys- dije- nos afixias.

No solto y tosí, ella camino hasta una de las mesas que la estaba llamando, caminamos hasta una mesa disponible y nos sentamos, una chica, nueva imagino, se nos acerco para darnos el menú. Se lo devolví.

Las 20 reglas de Juliette.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora