〔:🌻:〕「 31 」 ༄˚⁎⁺˳✧༚

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Xiao no solía considerar el diecisiete de abril un día realmente especial. No solía ser más que una fecha como otra cualquiera, pero en esta ocasión, el azabache logró ver algo de felicidad en ella cuando de los labios de Aether salieron un par de palabras que por primera vez lo hacían sonreír:

—¡Feliz cumpleaños!

El rubio había preparado una pequeña fiesta sorpresa para el cumpleañero, pero lo llevaría a ella más tarde. De momento estaban en la posada, charlando animadamente como de costumbre.

De pronto, Xiao se levantó de la silla y, bajo la curiosa mirada de Aether, abrió un cajón. Sacó un pequeño paquete y lo sostuvo con ambas manos a pesar de que era lo suficientemente diminuto como para agarrarlo solo con una. Se giró entonces hacia Aether y habló con fingido desinterés:

—Esto... Ganyu me ayudó a elegirlo. Qué cosas, ¿no? —bufó—. Uhm... No sé... Tómalo y ya. —Se lo ofreció—. Espero que te guste.

Aether observó el regalo unos instantes antes de atreverse a cogerlo con timidez. Lo pilló completamente por sorpresa que Xiao hubiera preparado algo para él. No pudo reprimir las ganas de sonreír.

—Pero, Xiao... Es tu cumpleaños, se supone que los regalos tienen que ser para ti —murmuró el rubio.

—¿Porque sea mi cumpleaños no puedo yo hacer regalos? —inquirió.

Aether negó con la cabeza, mostrando una sonrisa. Agachó entonces la vista al pequeño paquete entre sus manos y rasgó el papel de regalo que lo envolvía. Después de ello, dejó al descubierto una diminuta caja oscura que abrió lentamente, para darle más emoción al momento.

En su rostro se reflejó una grata sorpresa al observar el contenido: una brillante y reluciente horquilla plateada, decorada con cristales que simulaban ser diamantes —o quizá eran diamantes, pero Aether no sabía mucho de joyería. De cualquier forma, para él eran valiosos fueran lo que fuesen, pues se los había dado Xiao—. Se mordió el labio y por fin miró al azabache, que carraspeó antes de hablar.

—Pensé que... Pensé que te quedaría bien en el pelo —dijo. Volvió a carraspear y Aether pudo notar entonces lo nervioso que estaba Xiao—. ¿Entonces qué? ¿Te gusta?

Aether asintió y volvió a mirar la horquilla.

—Claro que sí —respondió. Luego se levantó de la cama para abrazarlo—. Muchas gracias.

No tenía intención de decírselo, pero Xiao había estado trabajando todas las noches durante las últimas dos semanas para poder permitirse hacerle aquel regalo a Aether. Sin embargo, el dinero carecía de valor para él en ese momento; lo que más deseaba ver era la sonrisa del rubio.

—No es nada —murmuró el azabache.

—¿Y a qué ha venido algo así tan de repente? —se interesó Aether, liberándolo del abrazo.

—Ah, no sé. Una vez me dijeron que los regalos se hacen a personas que son importantes para ti o a las que tienes afecto. —Sonrió—. Tú eres importante para mí y te tengo mucho afecto... Qué demonios, te quiero un montón —rio, estirándose hasta darle un beso en la mejilla.

El rubio no reprimió el impulso de estrecharlo una vez más.

—Me vas a partir en dos —gruñó Xiao.

—¿Te suelto entonces?

—No —repuso enseguida—. Me gusta.

Cuando les pareció que había sido suficiente —un buen rato después, concretamente—, se separaron. El rubio aprovechó y se puso la horquilla, mostró una sonrisa triunfante y fue sin pensárselo dos veces hasta la caja que había traído consigo a la posada. Era el cumpleaños de Xiao después de todo, así que era el momento de que el azabache recibiera sus regalos.

Menor que tres (<3) [Xiaether] (High School AU)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora