KATHERIN.
¡Lo había besado! ¿Qué demonios pasó por mi cabeza en ese momento? No lo sé, sólo sé que me lancé a sus labios, y ahora quería más, ¡maldito buen besador!
— ¿Amiga? — mire a Jen que me miraba con cara interrogante.
— Lo siento Jen, ¿qué me decías? —
— Te pregunté si estabas bien, tu rostro está todo rojo desde que volviste de la rueda de prensa — sentí mi cara arder aún más. — Ahora pareces un tomate —
— Jen — puse mis manos en mi rostro — Lo besé —
— ¿A quién besaste? — la mire con obviedad. — ¿No? — al parecer comprendió lo que decía, sólo asentí con la cabeza. — ¿Enserio? — volví a mover mi cabeza en afirmación.
— No lo puedo creer amiga —
— Créelo — tiré mi cabeza contra el escritorio. — Que vergüenza Jen, había tanta gente —
— ¿El señor Collins te pidió hacerlo? —
— No, de hecho, lo hice más por impulso, el señor Collins hablo de acabar la farsa, me asusté mucho, y sabes muy bien que lo primordial es el tratamiento de mamá, por nada del mundo iba a permitir que se cancelará, tenía que convencer a la prensa que Matthew y yo nos amábamos, y de que era un buen hombre —
— Eso es entendible Kathe — ella se paró tras de mí y empezó a hacer una trenza en mi cabello. — Dime algo — me gire para mirarla un poco. — ¿Qué tal besa? —
El calor volvió a subir a mis mejillas, tan sólo de recordar cómo se movían sus labios al compás de los míos, ese pequeño mordisco que dejó en mi labio al terminar, maldición. Me mordí el labio antes de contestar
— Excelente — mi amiga grito como loca.
—¿Mejor que Joseph? —
— Mucho mejor que Joseph— Joseph fue mi novio por seis meses, al principio lo pasamos bien, luego descubrí que lo único que quería de mi era sexo, estaba conmigo por una apuesta, por suerte no caí en sus redes y descubrí la apuesta antes de que cometiera un error.
— Bueno, deberías aprovechar al imbécil, ya es hora que aprendas del placer carnal — oh No, eso sí que No, iba a conservar a mi amiga con su sello original hasta que llegará el indicado.
— Gracias, pero no Gracias, así estoy perfectamente —
— Pues piénsalo amiga, ese hombre esta para aprovechar — rodé los ojos. Antes de que pudiera contestar algo más el Señor Collins entró en la oficina.
— Señorita Katherin, me ha dejado sorprendido con su actitud frente a los medios — recordé el beso e inmediatamente sentí como el color subía a mis mejillas.
—Lamento eso señor, pero la verdad actúe impulsiva y egoístamente, temí que este contrato se cancelará y mi madre sufriera las consecuencias —
— Lo entiendo, y te agradezco, mi hijo quedó bien frente a los medios, Gracias Katherin — negué con la cabeza.
— Señor Collins, debo retirarme, necesito pasar por la Universidad para solicitar los proyectos finales — una sonrisa se formó en mi rostro, ya sólo debía completar mis proyectos finales y podría graduarme como diseñadora, mis sueños y metas se iban logrando poco a poco, al fin vería el fruto de todo el esfuerzo de tantos años.
— Esta bien Katherin, si necesitas ayuda sabes que eres bienvenida en nuestro hogar—
— Muchas gracias Señor, por todo lo que hace por nosotros, enserio, Gracias — él negó con la cabeza.
— Soy yo quien debe agradecerte, y recuerda, desde que aceptaste el compromiso eres una Collins más, ignora los comentarios malintencionados y mantén tu frente en alto, como sólo un Collins lo haría — le asentí con la cabeza y le di una media sonrisa, tanto escuchar su apellido me mareaba.
— Tendré eso en cuenta, ahora debo retirarme señor —
— Deja las formalidades de lado, puedes decirme Lucían, ahora eres de la familia — le sonreí mientras lo veía salir de la oficina, levanté todos mis papeles y salí rumbo a la universidad.
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— Lucían tenía razón — murmure para mí misma.
Llevaba una hora en la universidad y la cantidad de comentarios y chismes que había en el lugar era increíble, varios aseguraban que mi beca la conseguí por dormir con Matthew, otros decían que mi boda apresurada tenía que ver con mi embarazo imaginario, incluso escuché que me casaba con Matthew para ocultar mi amorío con Lucían.
Tal y como me dijo hice oídos sordos a todos los comentarios y caminé por la Universidad como si fuera la reina del lugar, toda yo desbordaba seguridad, sólo yo sabía la verdad y no iba a permitir que gente malintencionada arruinara mi día.
— Profesor Williams, ¿Cómo está? Vengo por mi proyecto final — el profesor Williams era el supervisor de mi proyecto final, si hacia correctamente todo podría graduarme muy pronto.
— Katherin, te estaba esperando, revise todas tus notas y proyectos pasados, hable con el comité y se decidió que tu proyecto final será una colección completa, se te piden ocho vestuarios, dos por temporada, uno de hombre y uno mujer — suspire un poco, era un proyecto difícil pero no imposible, debía empezar lo antes posible.
—¿Cuándo es la fecha de entrega? —
— El quince de marzo — eso era un mes a partir de ahora, era muy poco tiempo, pero tenía que dar mi mejor esfuerzo, estaba a nada de cumplir una de mis metas no iba a echarme para atrás.
— Debes tener un catálogo completo, una sesión de fotos donde se muestre cada conjunto, la descripción de cada uno de ellos y por qué eligió la tela que uso para crearlos — asentí mientas anotaba todo lo que me decía.
—¿Algún otro requisito? ¿debe tener colores específicos o queda a gusto del diseñador? —
— Todo a tu gustó, los que te dije son los únicos requisitos — anotó algo en una hoja antes de empezar a hablar de nuevo.
— Aunque pensándolo bien, si hay un requisito más para usted señorita Davis — me le quede mirando.
— Tiene que ser todo creado exclusivamente por usted, no puede tener ayuda externa, mucho menos de Lucían Collins — fruncí el ceño.
— Nunca he necesitado ayuda para realizar mis diseños profesor Williams, así que ese no sería un inconveniente, en absoluto — su comentario me había ofendido en sobremanera, nunca había usado ayuda externa en mis creaciones.
— Perfecto, las fotos si las puede hacer con la persona que prefiera, incluso puede modelar sus propios diseños —
Salí de la Universidad rumbo al apartamento, mañana iría a ver a mamá, tenía que terminar mi vestido para la fiesta de compromiso.
En el viaje hacia el departamento revise nuevamente mi boceto, además de las correcciones hechas por Matthew, tenía que reconocer que era muy bueno en el diseño y los cambios que realizó al vestido lo hacían ver mucho más elegante.
Llegué a casa, preparé la cena y deje el plato del inútil hecho y envuelto en papel transparente con un par de notas coloridas que seguro lo volverían loco, tome mi cena y fui directo a mi habitación, Había mucho por hacer y muy poco tiempo.
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Forzando el Amor [Ya en Fisico en Librerias y Amazon]
RomanceMatthew Collins un millonario excéntrico que aún vive del dinero de sus padres, vive de fiesta en fiesta y ve a las mujeres como un objeto para satisfacer sus deseos. Hartos de su comportamiento, sus padres deciden ponerle fin a su actitud uniéndolo...