Forzando el Amor [Ya en Fisico en Librerias y Amazon]

EXTRA II

ETHAN

Desde muy pequeño mi vida fue un desastre, el hombre que se suponía era mi padre llegaba cada noche a casa borracho, golpeaba y abusaba de mamá y se volvía a ir.

Mamá siempre preveía esta situación y conseguía encerrarme en la parte trasera del armario, dónde él tipo no pudiera encontrarme, nunca me dijo que era mi padre, pero lo sabía.

Durante varios años soportamos lo mismo hasta que un día, aquel hombre logro matar a mamá, era un psicópata, de eso no había duda.

Aquella noche antes que mamá me encerrará guarde en mi mochila el teléfono de la casa en el momento que aquel hombre entro a casa llame a la policía, pero ni siquiera eso logro hacer que mamá se quedará conmigo.

Me llevaron a un hogar de acogida por varios días hasta que gracias a una carta de mamá llegué a manos de mi tío.

Mi tío era como mi versión adulta, su gran parecido a mi me asombro demasiado, tal vez por esa misma razón se presentó ante la sociedad como mi padre, Alice, su esposa, era la encarnación de la dulzura, después de mucho tiempo pude llamarles papá y mamá, ese día Alice lloro mucho mientras me abrazaba.

Matthew y Maggie me recibieron muy bien, ambos muy contentos por tener un hermano, al principio no me gustaba estar con ellos, pero con el tiempo todo fue mejorando.

Los miedos que tenía de mi pasado se fueron desvaneciendo, el amor con el que me trataba Alice y Lucían, como si fuera su propio hijo al igual que la calidez con la que me trataban mis hermanos me devolvió la sonrisa al rostro, por fin estaba en un hogar, sin temores, sin llantos, sin golpes, bueno, si habían golpes, pero todos para Matthew que sacaba de casillas a Alice con sus travesuras, como el día que le cambio el azúcar por sal en una reunión con sus amigas.

Conocí a Katherin, era una niña divertida que le encantaba torturar a Matt, Alice decía que ella sería su esposa en el futuro y valla que lo fue.

Venía a casa dos veces a la semana hasta que un día dejo de venir, pregunté por ella un par de ocaciones hasta que me contaron que tuvo un accidente y había perdido los recuerdos de antes de los doce, ese día me quedé sin una amiga.

El tiempo fue pasando y para cuando cumplí mis dieciséis todo se arruinó nuevamente, un día a la salida de la escuela me encontré con un hombre, uno con el que nunca debí cruzar palabra, William Drake, era de la edad de Lucían y Alice.

Ese día me preguntó por ellos, me dijo que Alice era en realidad su esposa y que solo estaba jugando con Lucían, me mostró una gran cantidad de fotos de ellos juntos, inclusive dónde estaban en la cama, Alice tenía otra relación, en ese momento creí sus palabras, me convertí en una persona fría y distante, ya ni me apetecía jugar con Matthew o Maggie, mi ira se volcó erróneamente en Alice, hasta el punto que en alguna ocasión intenté golpearla, me había convertido en un monstruo como mi padre, bien dicen que la sangre es más espesa que el agua.

Papá decidió que lo mejor era que yo terminara los estudios en Milán, se mudo conmigo por unos meses, meses en los que su matrimonio se vio ligeramente afectado.

Durante ese tiempo descubrí que todo lo que decía William era mentira, mi madre había sido su prometida, si, pero nunca pasó nada más, ella se enamoro y se casó con papá.

Cuando cumplí mi mayoría de edad papá me envió a una universidad y al mismo tiempo me dejó un puesto en su empresa en Milán, aprendí muy rápido de negociaciones y finanzas y me hice reconocido por ser el más joven en manejar los contratos de sociedad de la empresa.

Nuevamente Wiliam apareció en mi camino, está vez sus palabras fueron amenazas, amenazas de las que no tuve oportunidad de escapar, mi familia corría peligro si no obedecía su palabra, todo fue una mierda apartir de ese día.