𝐝𝐨𝐬

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Su bebé era precioso.

Estaba sano y fuerte y había pasado bien las primeras semanas junto a sus padres. Era un cachorro muy bueno y dormía bastante, por supuesto, también un poco inquieto.

Solo había pequeños problemas aún, como el que a Louis le resultaba bastante difícil colocarle el pañal de manera correcta y atreverse a bañarlo sin que se le resbalara de las manos por los nervios.

— Harry, ya está pataleando y aún está desnudo — Louis buscó a su omega detrás de el, estaba con los brazos cruzados y vio en su rostro una sonrisa burlona — Ayúdame.

— Lou, tienes que aprender, ¿Que pasa si el bebé tiene el pañal sucio cuando yo no esté?

El alfa aferró el pañal limpio a sus manos.

— Pero tratarás de estar siempre, ¿Verdad?

El cachorro soltó un balbuceo de aburrimiento y pronto comenzaría a llorar por querer estar en los brazos de alguno de sus padres.

— Los dibujitos van para adelante. — Le aconsejó Harry mientras iba al guardarropa de su bebé a buscar algo para cambiarlo.

— Pero este tiene dibujos por los dos lados — Se quejó.

Harry rodó los ojos y suspiró acercándose, le quitó el pañal de las manos.

— La parte más corta va adelante, amor, te lo he dicho muchas veces — Empezó a cambiarlo y darle cariñitos para hacerlo reír y que no llorara mientras que Louis lo veía, prestando atención.

Aris se parecía a ambos, pero un poco más a Harry, tenía sus mejillas regordetas y sus ricitos muy cortos, y su naricita era un botoncito pequeño, además, tenía una diferencia de los demás cachorros que sus padres conocían; uno de sus ojos era azul, y el otro verde.

Los primeros días Harry estaba ansioso por que abriera sus ojitos y poder verlos, y cuando lo hizo, fue un sin fin de emociones para el, los amaba demasiado, y Louis igual.

— Listo, alfa, no es tan difícil — Dijo, cuando su cachorro estuvo con el pañal puesto.

— Lo sé, a la próxima lo hago yo, lo prometo.

Louis levantó su mano en señal de promesa y luego besó la frente del omega.

— Siempre dices eso.

— Esta vez será verdad.

— Bien — Harry acarició el cabello de Aris, haciendo que cerrara sus ojitos — Ahora te toca cambiarlo, nuestros padres llegarán pronto.

Le dio un beso en los labios y salió de la habitación, dejando al alfa con un nuevo reto.

— No espera, Harry, no te vayas — Salió a alcanzarlo pero el omega ya había corrido a la planta baja a preparar la comida.

Regresó con su bebé y lo vio con una sonrisa en su carita, mientras babeaba su propio puño.

— No me mires así — Tomó la ropita, empezando a cambiarlo con un cuidado exagerado.




Cuando bajó con el bebé en brazos Harry estaba en la cocina, acomodando la mesa, el los miró a ambos y se acercó a ellos.

— Wow, ya no le pusiste la ropa al revés — Alagó, acariciando la mejilla de Aris.

— Que te digo, fue pan comido, omega.

— Claro — siseó.

El timbre de su casa sonó, y Harry suspiró, presentía que iba a ser un día largo y ajetreado.




milky lou • omegaverse Donde viven las historias. Descúbrelo ahora