📰MISSING🗞

📰09📰

10 días antes de la desaparición.

El día del festival deportivo llegó y con ello, la gente estaba más que emocionada, los héroes estaban listos para poner toda su atención en los jóvenes aspirantes a héroe de la gran academia U.A.
No solo el público es testigo, sino, todo el país está al pendiente del gran evento que estaba a solo minutos de empezar.

Y ustedes se preguntarán, ¿Dónde está nuestra protagonista?

En una de las salas de espera, los alumnos del 1-A, eran testigos de la declaración de guerra de Todoroki Shoto a Mirodiya Izuku; la mayoría estaba sorprendido, pues jamás se habían imaginado que el mejor de la clase haría una especie de competición personal contra el más "débil" de todos.
El pecoso aceptó y cuando el bicolor se iba a retirar, observó a la de coletas, acercándose para poner su mano en el hombro de esta para llamarle la atención.

Pero cuando penas posó su mano, se vio tumbado contra el suelo, sujetado por el brazo en la espalda, además de sentir como su cabeza era presionada contra el suelo por otra mano, ¿en qué momento había llegado al suelo?, Aoi simplemente lo miraba con desagrado para después acercarse y hablarle al oído, haciendo que la mirada del muchacho se enfoque en ella, pero simplemente se mantuvo en silencio.

Soltandolo, sacudió sus manos para salir de encima de él, sintiendo el silencio que se había creado en el preciso instante en que ella se había movido; su entrenamiento con su mejor amigo daba frutos, con la habilidad de este le era una buena manera de combate.
El explosivo, al ver aquello prácticamente tuvo un ataque de enojo, abriéndose paso entre los alumnos, exigiendo una explicación a sobre lo que ella había hecho en solo segundos.

- Oe oe oe oe ! ¿¡Qué se supone que fue eso?! -el cenizo se pone en su camino-

- No tengo que dar explicaciones a una perdida de tiempo como tú.

Al ser ofendido de esa manera, le iba a gritar hecho furia pero Denki e Kirishima se encargaron de detenerlo, permitiendo que la joven lo ignore y camine hacia la puerta.
Aoyama, poniéndose de pie, la nombró al igual que Mina, el resto simplemente se mantuvo en silencio. Fuyuka detuvo su andar y poco a poco fue girando el rostro hacia sus compañeros, mirándolos con seriedad, repasando con la mirada los rostros de todos ellos, viendo sus caras pintadas con los sentimientos de tristeza y preocupación.