Una alumna de la prestigiosa academia de héroes ha desaparecido sin dejar rastro.
El detective Naomasa se encargará de este extraño suceso, investigando e interrogando a los compañeros de esta. ¿Qué fue lo que sucedió con esta alumna? ¿Alguien se l...
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Las noticias explotaron con la exclusiva de que los villanos más peligrosos habían escapado y que Aoi estaba entre ellos hizo que sus antiguos compañeros y amigo se enteraran como pan salido del horno, siendo este el último el más alterado al ver que en la pantalla de la televisión estaba la foto de la joven junto al de su padre y el de muchos villanos, siendo puestos en se busca. Obviamente estos estaban más que alterados, tenían la oportunidad de combatir con ella y tratar de hacerla salir del "control mental" en el que piensan que Aoi está.
Monoma por otro lado estaba en planes de escaparse para buscarla, debía hacerlo, necesitaba verla y saber si estaba bien o no. Sin embargo, esas ganas de encontrarla también estaba en el objetivo de los maestros de la academia, principalmente Toshinori. Estos estaban en reunión, hablando sobre el plan de rescatarla a pesar de su negación.
Pobres ignorantes, no saben sobre la situación actual de la joven.
¿Y qué pasó de ella?
Shigaraki llevó a su maestro a su nueva guarida; durante el trayecto, el símbolo de la maldad no bajó ni por un segundo de sus brazos a su hija, la mantuvo allí, susurrandole suavemente palabras de "todo estará bien" "no te preocupes, papá se encargó de todo", Aoi se había vuelto la debilidad de AFO, y la debilidad en ella se había manifestado como una plaga, su desnutrición era más que clara y su cuerpo no había sido bien tratado en su estadía en el Tártaro.
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Llegando a una sala especial, unos villanos -reclutas y aliados de Tomura-, observan al símbolo de la maldad entrar con la joven en brazos, siendo puesta en una camilla con delicadeza a la par que su padre la "observa", acariciándole suavemente la cabeza para después acercarse y posar un beso paternal en la frente de la peliverde agua. El hombre, retrocediendo unos cuatro pasos atrás, su expresión cambió a una de esfuerzo, soltando poco a poco un grito, transformando uno de sus brazos en una extraña masa amorfa que libera negros látigos con líneas rojas. Estas se alzaron todas juntas hasta formar una especie de taladro, la gran presión de fuerza hacia que los presentes se sientan debilitados, cayendo al suelo de rodillas a la par que observan como aquella cosa se incrusta con fuerza en el cuerpo de la joven, viéndose por unos momentos como la sangre sale expulsado de la zona de impacto y de la boca de esta, Tomura pensó en lo peor pero fue muy pronto, ya que algo bajaba de aquellos látigos unificados, algo entraba en Aoi.
Su cuerpo se empezó a retorcer a la par que su vitalidad estaba restaurándose, sin embargo, AFO tenia algo en mente.
- Te unirás a mí, hija mía, tu formaras parte de tu padre ahora, como siempre debió ser.
La voz autoritaria del villano hizo que todos queden sin aliento ante lo que acaban de escuchar. Aoi fue elevada de aquella mesada, extendiéndose sus brazos y piernas a la vez que sus ojos y boca se iluminaban en negro, dejando que pequeños hilos carmesí salgan de la cuenca de sus ojos y se deslicen hasta gotear sobre la dura superficie en la que estaba hace solo segundos. Pronto, el hielo comienza a salir de la herida de Aoi, comenzando a cubrir aquella extraña cosa, recorriendo hasta tocar la piel deformada de AFO; este frunció el ceño y soltando otro grito más el proceso se hizo más potente, escuchándose el crujir de huesos rotos de la joven, su cuerpo no se estaba adaptando del todo y su poder original lo sabía, estaba tratando de detener ese proceso, sin embargo, su padre es más poderoso, haciendo que su cuerpo se vaya modificando de manera dolorosa y rápida, algo difícil de ver para los presentes.
