Todo el fin de semana se trató de empacar, papeleo, pero creo que fue demasiado fácil, quiero creer que mis padres ya tenían todo planeado, o realmente la realeza tiene mucho poder, ambos son escenarios muy reales.
Si fue muy rápido, que miedo.
Estaba por ir a la escuela, llegando en un carro y detrás miles más de guardaespaldas, gran entrada, odio esto, que pena.
Ser príncipe no es como lo ponen en las películas, esos la tienen fácil, no salir en toda la película y solo llegar, besar a la princesa medio muerta y que reviva, después llevarla a tu palacio y ya de ahí nadie sabe que pasa ¿Por qué besar a una medio muerta?
Llegamos a la escuela, nos detuvimos en la entrada y una mujer, esperaba, traía un uniforme, era rojo, con el signo de la escuela en él, detrás de ella un hombre, igual con el uniforme y a un lado una fotógrafa, genial, tomé mis lentes de sol y me los puse.
—No —Dorothea me advirtió, iba con ella en la parte de atrás del carro.
—¿Por? No quiero ninguna foto —me los puse y recargué mi cabeza en el asiento.
—Como si fuera una opción, tus padres quieren que el reino vea, así que aguántate y quítatelos.
—Dorothea —chille.
—Nada, quítatelos.
Me los terminé quitando y alguien abrió las puertas de atrás, puedo abrir la puerta yo solo, me tratan como un bebé, salí del auto temeroso, caminé hacía la entrada y la señora me habló.
—Bienvenido príncipe Peter, soy la directora Miller y él es él es el subdirector Miller —la ahora directora alzó la mano y le correspondí el saludo, después igual con el subdirector.
—Una foto saludando a la directora por favor —la fotógrafa dijo, me quejé por dentro, por fuera fingí una sonrisa falsa y le volví a dar la mano volteando a la cámara.
En los que me giré pude ver en una de las ventanas grandes lo que parecía ser la cafetería y todos volteando hacia acá, ayuda me voy a orinar.
Todos traían el mismo uniforme, pero a diferencia de los que me recibieron los de los alumnos eran negros con una corbata roja con rayas.
—Nos honras con tu presencia, en caso de que necesites algo, jamás dudes en preguntar —dijo la directora.
—Gracias —exclamé.
—Bueno —comenzó a hablar Dorothea —no quiero ser grosera, me disculpo con anticipación, pero mi agenda está realmente ocupada, así que dejo al príncipe en sus capaces manos, gracias por todo —dijo asintiendo con la cabeza.
—Gracias a usted, todo saldrá de maravilla —el subdirector dijo, porque todos hablaban tan formales, hablen bien, no los voy a mandar a la horca.
—Ven Peter —me dijo Dorothea con una sonrisa grande, me acerqué y extendió sus brazos, que linda Dorothea, sabía que me extrañaría, todos me extrañaría, Will casi lloró cuando salí y mis padres si lloraron, bueno mi mamá, mamá si lloró, la escuela esta como a 15 minutos, mucho drama. Abrí mis brazos y la abracé —escúchame muchachito —susurró y escuché el flasheo de las cámaras —si haces algo que arruine o perjudique todo el trabajo que han hecho tus padres, vengo yo misma y te llevaré de regreso por las orejas —olvídenlo, se le acabó lo lindo.
—No pasará nada —como si algo fuera lo suficientemente malo como para arruinar todo.
Constantemente estamos bajo una bola de chismes, memes, Twitter, TikTok y en toda red social que existe, cuando eres alguien que está a la vista pública tienes que tener cuidado donde pisar, literalmente.
ESTÁS LEYENDO
Protegiendo La Corona
Подростковая литератураPeter es un príncipe que piensa convencer a sus padres, los reyes, de que lo dejen ir a una preparatoria para poder al menos tener un poco de una adolescencia normal y no tomar clases privadas en el palacio. Logra convencerlos, pero con una condició...