Numb the pain [BL/GL]

Capítulo 2

—No me has respondido, ¿dónde te metiste toda la mañana? —susurró Sana— ¿si quiera dormiste?

Caminábamos hacia la habitación de la señora Lee, tres residentes, algunos internos y el profesor Lee, encabezando la marcha.

—Tenía un asunto que atender —respondí vagamente.

Lo único que podía pensar era en Felix, casi convencido que la paciente que estábamos a punto de ver era su madre.

Mis sospechas fueron confirmadas cuando lo vi sentado en el piso fuera de la habitación, se veía tan pequeño y cansado, hice uso de todas mis fuerzas para no correr y abrazarlo de nuevo.

—¡Doctor Bang! —exclamó al verme, levantándose de un salto.

Sana y Dahyun me dirigieron una mirada curiosa, al resto pareció no importarle.

—Te veré en un momento —le dije a Felix en voz baja, tratando de ignorar las miradas de mis compañeros.

Entramos a la habitación, la madre de Felix se encontraba leyendo tranquilamente un libro, del cual levantó la mirada cuando entramos y nos saludó con una breve reverencia, además de la ligera pálidez en su rostro, se veía completamente bien.

—Buenas tardes, señora Lee, ¿cómo se encuentra? —el tono amable con el que Lee Junho hablaba a sus pacientes siempre me daba escalofríos, era totalmente diferente de la forma en la que se dirigía a los internos y residentes, metiendo un insulto elegante en cada oración.

—Muy bien, creo que podría darme el alta hoy mismo.

Nuestro profesor suspiró, tomando asiento en el pequeño banco a lado de la cama.

—Me temo que no será posible, hemos encontrado algunas irregularidades en las imágenes de la tomografía y resonancia mágnetica que realizamos esta mañana, como puede ver aquí —dijo mostrándole las imágenes a la paciente—, hay una pequeña masa irregular en la parte frontal de su cerebro.

—¿Eso que significa?

—Significa que hay un tumor —dijo sin rodeos.

—Un tumor... —repitió la señora Lee en voz baja.

—Todavía no sabemos si es tejido maligno, vamos a realizar una biopsia mañana por la mañana, pero, por los síntomas que ha tenido, sospecho que el tumor pueda ser cancerígeno —replicó suavemente el profesor.

La señora Lee asintió levemente, pero no dijo nada más.

—¿Deberíamos hablar de esto con su hijo, o prefiere hacerlo usted misma?

—Me gustaría... creo que es mejor no decirle nada hasta tener el resultado de los exámenes de mañana.

—De acuerdo, como usted guste.

El profesor se levantó se su asiento, dando a nuestra paciente un pequeño apretón reconfortante en el hombro y brindándole una sonrisa tranquilizadora.

Me quedé parado en mi lugar un poco más de tiempo, cuando me di cuenta los demás ya estaban abandonando la sala. Me despedí de la paciente con una reverencia y salí apurado de la habitación.

Felix se encontraba afuera, recargado en la pared.

—Lo estaba esperando —dijo— ¿Cómo está mamá?

Pensé un momento mi respuesta, no podía mentirle y decir que estaba bien, pero tampoco podía decirle completamente lo que estaba pasando.

—Vamos a hacer un estudio mañana y si todo sale bien podrá irse a casa.

—Va a estar bien ¿cierto?

—Eso...

—¡Bang! ¿Qué hace? No se quede atrás —gritó el profesor, gracias a eso no tuve que responderle a Felix.

—Lo siento, volveré más tarde y te explicaré todo mejor —me despedí, dirigiéndole una sonrisa apenada y caminé incorporándome al grupo de residentes.

Una vez en la sala de reuniones el profesor Lee nos explicó brevemente el procedimiento de mañana, luego de eso corrí a la sala de conferencias, ni siquiera tuve tiempo de almorzar después de eso, el profesor se había emocionado hablando del tema, como le era costumbre, y la conferencia se había alargado más de lo planeado.

Después de la conferencia volvimos a la sala de reuniones para hablar de los avances de cada caso, mientras el profesor se dirigía a dar consultas, nosotros teníamos un receso para comer, estaba a punto de escapar para ir a ver a Felix, pero Sana se interpuso justo cuando iba saliendo de la sala.

—¿Vas a decirme qué hiciste toda la mañana? —preguntó.

—¿Y de dónde conoces a ese chico? —Seo Changbin, un enfermero tan chismoso como su jefa, se unió al interrogatorio.

Suspiré, resignado a no poder escapar, entré de nuevo a la sala y tomé asiento, con los otros dos rodeándome de inmediato.

—Solo sucedió. Lo encontré llorando por ahí cuando estaba a punto de ir a dormir, así que me quedé un rato con él, no podía dejarlo solo en ese estado.

—¿Sólo sucedió? Estuviste con él la mitad del día, sabes que no-

—No debo relacionarme así con los pacientes y sus familias, ya lo sé —interrumpí.

—Entonces, ¿por qué lo hiciste? —cuestionó Dahyun desde una esquina, mientras se retocaba el maquillaje.

—Deja de esforzarte, Junho está más interesado en sus pacientes que en cualquier chica bonita, le persiguen por montones —habló Sana, con cierta molechstia en su voz.

—Yo no soy cualquier chica, cariño. Sé que caerá tarde o temprano.

—Ni siquiera entiendo por qué te gusta, el tipo es un total imbécil, se cree superior a todos.

—Es porque es superior —Dahyun argumentó—, un tipo común no alcanza el grado de profesor a los 34, además está buenísimo.

Sana rodó los ojos.

Agradecí mentalmente a esas dos por desviar eltema de conversación sobre Felix, y aprovechando la distracción, me escabullí de la sala y fui en busca del chico.