ECHO HOUSE

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Estaba en el auto con Stiles y el Sheriff. Stiles me dijo que se internaría en Eichen por 72 horas. Había insistido en acompañarlo dentro del centro médico, pero no me dejo. Por lo menos lo convencí para dejarme despedirme de él.

Los tres bajamos del auto cuando el Sheriff estaciono frente a Eichen. Nadie decía ni una palabra. Entrelace mi mano con la de Stiles, él me miro y sonrió un poco.

El ruido de motocicleta se hizo presente. Giramos para ver quién era y ahí vimos a Scott estacionándose y bajando de estas para acercarse a nosotros.

—¿Por qué no me dijeron? —pregunto Scott mirándonos a los tres.

—Porque queríamos evitar algo como esto. —dijo el Sheriff.

—Solo son 72 horas. —explico Stiles.

—Es el mismo lugar del que salió Barrow, el que tenia un tumor dentro lleno de moscas. Aun no lo sabes todo—dijo Scott mirando al Sheriff.

—Se lo suficiente. Nogitsune, Kitsune, Oni o como sea que se llamen. —dijo el Sheriff.

—Sorprendentemente todo es correcto. —dije. Stiles me miro y dio un leve apretón a mi mano aun entrelazada con la suya. Yo hice lo mismo.

—Scott yo vi una resonancia magnética idéntica a la de mi esposa y eso en realidad me aterra. —dijo el Sheriff y Stiles bajo un poco la mirada. —Iré a Los Ángeles mañana para hablar con un especialista. —

—¿Por qué lo va a dejar aquí? —pregunto Scott.

—No lo hará. Fue decisión mía. —dijo Stiles.

—No puedo ayudarte si estas aquí. —dijo Scott.

—Y yo no puedo lastimarte. —

—Deaton tiene algunas idea y Argent va a traer gente. Encontraremos algo y si no podemos...—dijo Scott, pero se quedó en silencio.

—Si no pueden. —dijo Stiles soltándose de mi agarre y acercándose a Scott. —Y si no pueden hacer algo por mí, Scott. Promete que no vas a dejar que salga. —dijo Stiles alejándose de Scott. Se acerco a mi y entrelazo su mano con la mía.

—Vamos. —dijo el Sheriff y los tres entramos.

[...]

Entramos al lugar, estaba un tanto oscuro y había algunas personas sentadas en algunas sillas.

Aprete el agarre de la mano de Stiles.

—Sr. Stilinski. —dijo una enfermera demasiado sonriente. —Por aquí por favor. —pidió y los tres lo seguimos.

—Las primeras 72 horas no se permiten llamadas, correos electrónicos o visitas. De aquí iremos a un examen físico. En la mañana será evaluado por un psicólogo y hablará con una trabajadora social y asistirá a terapia. —explico la enfermera mirando a Stiles quien jugaba con mi mano. Yo estaba parada detrás de él.

Veía que el Sheriff miraba a todas partes.

—Yo siento que estamos olvidando algo. —dijo el Sheriff dejando la pluma sobre el escritorio aun sin firmar los papeles.

—Usaras esto Stiles. —dijo la enfermera poniendo unas pantuflas grises sobre el escritorio. —No se permiten las agujetas, no tienes cinturón o ¿sí? —pregunto la enfermera. Stiles comenzó a desabrochar su cinturón. —Y por favor vacía tus bolsillos aquí. —pidió poniendo una caja de plástico sobre el escritorio.

—Oye tu almohada, tu almohada. Olvidamos tu almohada. —dijo el Sheriff.

—Papá esta bien. —dijo Stiles quitándose los zapatos.

THE NOGITSUNEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora