Lena había superado a la mayoría de sus tutores. Lillian estaba lo suficientemente contenta con su comportamiento como para confiarle a Lena tareas más pequeñas, para alegría de ésta. También tenía más tiempo libre, del que se deleitaba, y Cerberus era más feliz ahora que tenía más tiempo para pasar con él; aunque seguía teniendo cuidado de que Lillian no viera su ropa después de visitarlo. Lena también disfrutaba de sus visitas a Elíseo, a los Prados de Asfódelos y a los Campos de Luto. Aunque no tenía las llaves para controlar todo aquí, le encantaba hacer lo que podía para asegurarse de que los residentes estuvieran cómodos. El deseo de hacer lo correcto por su reino y enorgullecer la memoria de su padre ardía en su pecho.
Aunque entendía que la traición siempre debía ser castigada, albergaba un ligero resentimiento y temor hacia Zor El. Siempre la entristecía escuchar a Lillian contar la historia del descenso de Lionel a la locura. Había sido una de las primeras historias que recordaba haber aprendido de su madre. Lillian había tenido cuidado de enseñarle la importancia de conocer su lugar entre los dioses. No elevarse por encima de sí misma. Cumplir con su deber respetando a los que están a su cargo. La idea de que Lionel hubiera pasado de cuidar tan diligentemente de este reino a volverse loco por el poder e intentar sabotear a Zor El era aterradora. Saber que Zor El tenía el poder de deshacerse de él era aterrador. Le dolía conocer al hombre que había creado el Elíseo y los Prados de Asfódelos. Que aún cuidaba de los que desperdiciaban sus vidas y eran enviados a los Campos de Luto. Estaban entre los lugares que se le permitía visitar y cuidar de forma limitada ahora que Lillian la consideraba preparada.
Todavía había zonas que Lillian le prohibía visitar. Sin embargo, eran para mantenerla a salvo, así que no le molestaba demasiado. Aunque podía acercarse a los ríos, se le recomendaba que se mantuviera alejada de ellos para estar segura. Sería una pesadilla caer accidentalmente en el Leteo y tener que volver a empezar, olvidarse de todo era lo suficientemente aterrador como para que le recorrieran escalofríos y se le retorciera el estómago cada vez que pensaba en el rostro vacío de Agape.
La otra zona en la que tenía prohibida la entrada era por seguridad es la del Tártaro. Los únicos seres allí eran los titanes y otras criaturas que deseaban el mal a los dioses y a Krypton. No era una restricción que molestara en absoluto. Ella y Lex habían conseguido más tiempo para pasar juntos y gran parte de ese tiempo era bueno. Jugaban al ajedrez a menudo. A Lex le gustaba enseñarle cosas que había aprendido en sus viajes a Krypton o en el reino de los mortales. También le gustaba enseñarle a ella tácticas, tácticas de batalla, tácticas políticas, estrategias, y aunque se querían a su manera. Ambos sabían que en la familia, la estrategia ganaría siempre al amor.
Lena se detuvo frente a una puerta desconocida y se aseguró de que no hubiera nadie cerca antes de entrar. El interior de la suite estaba bien iluminado y un silencioso zumbido provenía de una de las habitaciones traseras. "¿Sam?"
"Aquí atrás Lena".
Lena atravesó la habitación modestamente decorada entrando en el dormitorio. "¿Cómo está la linda princesa hoy?"
Sam se giró, "oh, ya sabes, pateando traseros y tomando nombres", se giró para empezar a arrullar al bulto de mantas que pateaba furiosamente frente a ella, "¿no es así? ¿Quién es la princesa de mamá?" Bajó una mano para hacerle cosquillas al bebé, que soltó una risa exagerada. La risa era contagiosa y pronto tanto Lena como Sam se rieron también. Sam levantó a la niña y se dirigió a Lena: "Toma, sujétala tú mientras me cambio".
Lena levantó las manos y retrocedió unos pasos, "No. Ya lo hemos hablado. Yo no, no soy buena con los niños".
"Lena, han pasado cuatro meses desde que nos rescataste y ni una sola vez la has abrazado, Ruby empezará a pensar que su tía honoraria no la quiere". Sonrió y se acercó, esperando que Lena se apartara de nuevo. Cuando no lo hizo, Sam utilizó sus brazos para ayudar a Lena a colocar al bebé cómodamente. "Ya está. Ves, es fácil".
ESTÁS LEYENDO
Weaknesses - Supercorp AU (Traducción).
FanficLillian está lista para que Lex ascienda al trono del Olimpo Krypton. Solo hay dos cosas que se interponen en su camino. La primera es la hija de Lionel, Dios de la Oscuridad, que es media hermana de Lex, el Dios de la Muerte, su nombre es Lena, la...