Atrapando Mortifagos.

Thorfinn Rowle.

El Ministro debe tener un apoyo de por lo menos tres Lords para poder ser candidato. Solo aquellos que hayan residido como mínimo cinco años bajo el poder del Ministerio Británico de Magia son capaces de votar si son mayores de 17 años.

El Wizengamot está conformado por 35 magos y brujas. Hay dos formas de tener un asiento; ser un Lord y comprobar con un examen el interés y conocimiento en la sociedad mágica o en su defecto tener un puesto de poder en la sociedad, como Jefe del Departamento de Aplicación de la Ley Mágica, Subsecretario del Ministro u otro puesto de igual relevancia.

La economía se basa en aportaciones anónimas, en su mayoría gente que financia nuevos proyectos y con ello obtiene ganancias. Además todo aquel que sea dueño de su propio negocio o sea artesano de algún tipo debe de pagar impuestos al Ministerio, con excepción de Gringotts.

Harry estaba orgulloso de haber acabado el libro de Sociedad Mágica para Herederos que Snape había encontrado en la biblioteca. No era un tema tan complicado como había esperado y ahora comprendía algunas cosas que le habían sucedido en años anteriores. Sin embargo también tenía nuevas dudas y temas que necesitaba aclarar.

—Señor Harry, el desayuno está listo. El señor Snape lo espera.— Kreacher había regresado el día anterior con un elfo que al parecer era amigo de Severus. Y ahora ambos elfos se encargaban de la casa.

—Gracias Kreacher, bajo en un minuto.— El elfo asintió y salió de la biblioteca. Harry estaba feliz de que la pequeña criatura tuviera un nuevo inicio y dejará de ser tan amargado.

Después de dejar sus notas en un cajón del escritorio bajo a la cocina encontrando a Severus en la mesa.

—Severus¿puedes acompañarme a Gringotts? Lo he pensado y no quiero depender de mis padres cuando mi padre obtenga de nuevo el título. Así que quiero aclarar algunos temas que deberían dejar mi dependencia aclarada.—

—Si quieres, puedo acompañarte. ¿Pero no crees que sería mejor que tus padres te acompañarán?— El ojiverde suspiro, al parecer últimamente hacía demasiado eso.

—Aún no sé que siento con respecto a ellos. Se que tengo que estar feliz de que estén vivos, pero me abandonaron y no es algo sencillo de asimilar.— Snape solo asintió con la cabeza y se dispuso a desayunar.

Cuando ambos magos habían terminado Severus hablo.

—Bien, no tenemos ninguna poción próxima a tomar, ¿quieres ir ahora?— El mago menor asintió con la cabeza y antes de que pudiera decir otra cosa Snape había hechizado los trastes sucios para lavar y lo había arrastrado a la chimenea para llegar directamente a Gringotts.

—¿Por qué estás tan ansioso?— Harry caminaba justo a lado de Severus tratando de evitar que los goblins lo vieran directamente.

—Hace menos de dos meses destroce este lugar, no es algo que se olvida fácilmente.— El ex-mortifago iba a replicar ese comentario cuando hablo el goblin que estaba frente a ellos.

—Señor Potter, tenemos asuntos de los cuales hablar, por favor venga conmigo.— La criatura no esperó respuesta de los magos, simplemente dio vuelta y comenzó a caminar guiando al par a una sala de reuniones o por lo menos eso parecía a los ojos de Harry.

—Soy Raik, jefe de las cuentas de los Lords Britanicos. ¿Puede realizar el reclamo de Herencia?— El goblin dejó sobre el escritorio un pergamino y un extraño alfiler.

—Es protocolo, el alfiler está encantado para eliminar todo rastro de sangre que no llegue al pergamino.— Con la información obtenida de su ex profesor Harry procedió a pincharse con el alfiler y luego dejó caer unas gotas de sangre sobre el pergamino. El joven heredero trató de leerlo pero aparecían muchos términos desconocidos para él, así que esperó hasta que el goblin le explicara que seguía.