Augustus Rookwood.

721 94 4
                                    

Harry y Severus no habían tenido visitas indeseadas, pero podría deberse a las nuevas protecciones que había puesto en Grimmauld Place.

Harry había decidido hacer de Grimmauld Place su hogar; así que había dado órdenes a Nilo y Kreacher para limpiar la mayoría de los espacios, por su parte y de la de Severus se habían dedicado a redecorar y conseguir nuevos muebles.

Aunque está última parte había provocado varios desacuerdos. Harry no entendía porque la magia no podía usarse para darle nueva vida a los muebles, no había tenido muchas cosas en su vida y malgastar en muebles nuevos cuando tenían hechizos como Reparo no era algo que quisiera hacer.

Severus se había encargado de explicar que los muebles tenían una vida de uso, aunque la magia podía ayudar, no iba a obtener la misma comodidad de un sillón o colchón nuevo a uno reparado. Entonces Harry había propuesto usar transfiguración para los nuevos muebles.

Snape tuvo que explicarle que en una casa tan antigua con tanta magia en ella podía tener repercusiones en los muebles transformados. Además no era tan seguro tener muebles recubiertos de magia cuando se ocupaban grandes cantidades de magia a su alrededor. Cualquier influencia de magia exterior podía provocar que algunos hechizos se salieran de control. Ahora después de algunas semanas de compras y renovaciones la casa tenía un aspecto muy diferente.

La alerta de la red floo comenzaba a sonar cuando Harry se acercó. Ya habían estado esperando ese momento, sus padres no se habían acercado a él ni tampoco Remus, pero era obvio que todos tenían opiniones que querian exteriorizar.

—¡Harry! ¡Mi muchacho! ¿Nos permites pasar?—

—¿Algún asunto en específico?— Snape sonrió ante la respuesta de su pareja, ambos sabían la verdadera razón de la visita, pero en ocasiones era entretenido escuchar los cuentos del viejo.

—Tu madre se quedó muy preocupada por ti después de la última misión. Solo quiere comprobar que estés bien.— Harry sabía que eso era una excusa, había escuchado a Kingsley decirle a su padre que si quería ser de nuevo un auror tendría que pasar el examen de conocimiento y el físico.

James había actuado ofendido, pero Kingsley le dijo que no había otra forma. Así que era obvio que sus padres se estaban quedando sin fondos monetarios.

—Bien, pasen.— El ojiverde había hablado con Snape, no podía dejar a sus padres en la calle. Y Severus lo había entendido, así que esperaba que ellos aceptaran ir a Gringotts y aceptar una bóveda para ellos.

—¡Mi pequeño!— Lily Potter ya había hablado con su esposo acerca de su situación, así que habían ideado un plan para poder recuperar sus títulos.

—Mamá, papá, no sabía que Lupin vendría con ustedes.— Severus se acercó a Harry al saber que el lobo estaba aquí. No había sido muy amable en la última visita.

—Solo creímos que sería bueno tenerlo para explicarle a Albus lo que ocurrió en la captura de Rockwood.—

—No hay mucho que decir Albus. La misión estaba bien planeada, no creímos que la estructura del lugar fuera tan sensible. Fue gracias al traslador de emergencia que Kingsley nos dio que pudimos salir de ahí.— Severus sabía cómo dar sus informes a Albus para que no hiciera demasiadas preguntas. Y también tuvo una pequeña satisfacción al no permitir que el lobo hablara.

—Pero un pedazo de muro cayó sobre la pierna de mi pequeño.— Lily parecía aún más sobreprotectora que Molly y el niño-que-vivió-y-venció no sabía cómo reaccionar ante eso. ¿En serio creían que olvidaría todo lo anterior por unos buenos tratos?

—El sanador lo arregló de inmediato, no fue grave.—

—Eres un Potter, es obvio que necesitan algo más fuerte para dañarte.— Ya lo había decidido, era muy extraño escuchar a James y a Lily hablar de esa forma. No iban a poder tratar a Harry como un niño pequeño, así que lo mejor era terminar cuanto antes con todo lo relacionado a ellos.

Atrapando Mortifagos.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora