Avery II.

749 87 0
                                    

Harry y Severus no habían vuelto a besarse ni hablar acerca de la confesión del menor. Pero sorprendentemente parecían orbitar alrededor del otro. Snape tomaba de la mano a Harry cuando estaban sentados uno al lado del otro, también en algunas raras ocasiones había abrazado al ojiverde, quien aceptaba de la mejor manera la situación.

Potter-Black en cambio era mucho más afectuoso, todas las mañanas le daba un beso en la mejilla a Severus, lo abrazaba por lo menos una vez al día y siempre parecía querer estar tocando de alguna forma al oji-onix. Claro que el maestro de pociones no se quejaba de las intenciones del niño-que-vivió-y-venció pues disfrutaba cada una de ellas.

—Harry...—

—¿Qué ocurre?— Pocas veces se podía ver a Snape tan nervioso, pero parecía que estar tanto tiempo con el menor había debilitado sus escudos de oclumancia.

—Tú también me gustas.— ¿Eso había sido una confesión? Sonaba a una confesión. ¡Severus Snape había confesado que sentía lo mismo por él! Y con eso Harry se dejó llevar por la emoción y se aventó a los brazos de su ¿novio? ¿Eso eran? ¿Eran novios?

—¿Y eso nos deja en donde?—

—¿A qué te refieres?— Bien, las relaciones eran demasiado nuevas para Snape, pero no creía que fuera a recibir una pregunta cuando le confesara a Harry que también le gustaba. ¿Ahora que se suponía que debía responder?

—¿Solo somos dos magos conociéndose, estamos saliendo, somos novios, amantes?—

—No creo que sea muy convencional que te refieras a mi como novio.—

—¿Pero es lo que somos, no?— Eran novios y si Snape decía que no Potter-Black iba a dejárselo en claro. Si tal vez sonaba infantil, pero era la verdad, eso eran.

—Claro, pero creo que sería mejor usar el término pareja. Es más aceptable para mí.— ¿Pareja? Bueno eso podría funcionar, es decir, no quería incomodar a Snape.

—Bien. ¿Entonces tenemos que decirle a alguien o cómo funciona ésto?— Harry no sabía cómo actuar, la poca experiencia que había tenido en una relación era muy diferente a su situación actual. Con Cho solo había llegado a tener una cita y todo había acabado ahí. Con Ginny si había salido un corto tiempo, pero durante ese periodo de tiempo dejó que la pelirroja tomara el control de su relación. Ella fue la que le dijo a Hermione y Ron sobre que estaban juntos y también le envió una carta a su madre.

—No lo sé Harry. Tienes más experiencia que yo en esto.— Había sido un poco complicado admitirlo, pero era la verdad. Su única experiencia había sido en su quinto año con un Ravenclaw. Y nunca habían pasado de verse en la biblioteca y unos cuantos besos. Claro que durante su vida había conseguido placer para una noche, pero nunca había intentado tener otra relación.

—Creo que tendremos que ir averiguando cómo funciona esto juntos.—

—Esa no es una idea tan mala.— Harry solo sonrió y se inclinó a dar un pequeño beso en los labios a su pareja.

Tenían cosas que hacer y aunque le encantaría quedarse a su lado Andrómeda le había mandado una lechuza para recordarle que tenía un deber como padrino de Teddy.

—¿Me acompañas?—

—No creo que el lobo quiera saber algo de mí, ni tampoco Andrómeda Tonks.— Snape no veía a la pelinegra aceptando a un mortifago en su hogar, casi había perdido a toda su familia gracias a la guerra. Su hija y su nieto eran lo único que le quedaba.

—¿Y crees que ellos si quieren verme? Pero Teddy es mi ahijado y mientras él no me diga que quiere olvidarse de mí, yo voy a estar ahí para él.—

Atrapando Mortifagos.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora