omega particular, alfa curioso [Diluc/Scaramouche]

capítulo 26, alfa dominado

Scaramouche conocía muy bien el sentido de justicia tan decidido y fuerte que tenía su pareja, odiaba la corrupción, despreciaba los crímenes y le enojaba la gente que se desviaba del camino de la correcta moral, aún le sorprendía que hubiera seguido a su lado, que lo hubiera aceptado tal y como era, sabiendo que a su espalda arrastraba consigo cadenas de culpa, muchas de sus víctimas ni siquiera las recordaba, nunca fue muy emocional con eso, había aprendido a valerse por sí mismo de la mejor manera que pudo luego de ser abandonado a su suerte por Ei, pero sabía que con el tiempo debía de abandonar Fatui y alejarse de cualquier tipo de crimen, solo si quería conservar a su pareja y evitar peleas.

Suspiró pesadamente, debía comenzar a planificar que haría a futuro y como lo haría, no sabía cuánto tiempo más seguiría Dottore encaprichado con él y cuánto más estaría dispuesto a hacer con tal de alejarlo de Diluc, aunque había aprendido a soportar sus miradas y comentarios indiscretos, no quería arriesgarse a que llegara más, aún su corazón dolía al ver a su pareja estresado por como había tenido que reformar la gran mayoría de su presupuesto y papeles debido a la perdida de una de sus cosechas.

Iba a seguir nadando en sus pensamientos hasta escuchar algunas voces fuera de la habitación provenientes de algunas criadas, haciéndolo salir de su mente para terminar de arreglarse, combino algunas prendas de ropa que no le había mostrado a su pareja antes, comenzaba a considerar comprar ropa nueva para sorprender a su pareja cada cierto tiempo.

Camino hacia la parte exterior de la casa, mirando asombrado la decoración, linternas decoradas con percibe tormentas que marcaban un camino específico a una mesa bien decorada y detallada con sumo cuidado, todo el recorrido era guiado por pétalos blancos de flor dulce y pétalos de cerezo, que esparcían un dulce aroma mientras el omega deambulaba cada vez más por encima de ellos para llegar a la zona principal.

Había varias macetas pequeñas que en los bordes tenían médula cristalizada para adornar y reflejar la cálida luz de las linternas, algunas macetas contenían algunas lucettas y otras contenían dendrobio, podía asegurar que las decoraciones provenientes de su nación era un favor pedido directamente al viajero, y lo amo, la mezcla de los objetos típicos de ambas naciones eran todo un manjar para sus ojos, parecía que había intentado mantener una gama de colores agradable a la vista que complaciera al omega.

Abrió suavemente sus brazos al ver a su alfa, sonriendo suavemente antes de envolverlo con un dulce y cálido abrazo, besando delicadamente sus labios, terminando el momento con una suave mordida.

- El traje nuevo está encima de la cama, pruébatelo - ordenó antes de besar su mejilla, alejándose para así sentarse en la mesa, mirando maravillado como los bordes de la misma tenían margaritas voladoras, que giraban con delicadeza con las pequeñas brisas primaverales de mondstadt.

El alfa no dudó en seguir sus órdenes, con una reverencia juguetona para así retirarse y poder vestirse a placer de su pareja, por su personalidad dejaba que el omega tomara las riendas y voz comandante principal en la relación, manteniéndose él en las sombras, observando las situaciones y haciendo sus jugadas silenciosas, manteniendo un orden que le complaciera a él y su omega. Ambos gustaban sin duda llevar el control sobre todo, hacer cada cosa a su manera, pero Diluc sabía cuándo ceder el poder y control, incluso dejarse dominar, todo para mantener las cosas tranquilas, más si eso significaba sacar una de esas sonrisas gustosas del omega.

Intento tardar lo menos posible para arreglarse, no quería dejar esperando a su pareja por mucho tiempo, el traje era casi igual al suyo, pero los toques renovados le daban una nueva aura, esperaba un cambio más radical, pero no le disgustaba que su pareja primero hubiera tanteado delicadamente antes de arriesgarse a hacer algo más atrevido.

Para cuando bajó tenía su cabello completamente suelto y tenía un cepillo, sonriendo suavemente al ver a su pareja estar complacido por esa "obediencia", Kaeya ya lo había molestado varias veces por su actitud pasiva frente a los deseos y peticiones del baladista, pero ver ese brillo que tenía en sus ojos de alegría por ser escuchado lo derretía.

- Disfrútalo - dijo sentándose a sus pies, permitiéndole comenzar a peinarlo a su gusto, ganándose un ronroneo del heraldo.

- Te amo - susurró antes de colgar sus piernas en los hombros del pelirrojo, permitiendo que plantará besos y caricias en sus muslos, ronroneando encantado mientras desenredaba mechón por mechón.

La tarde y cena transcurrió en un ambiente romántico y cómodo para ambos, el omega comenzaba a ceder con mucha más facilidad al toque del cantinero, ya no rehuía de sus dedos o caricias, se sentían tan bien, tan diferentes a los sucios agarres maltratadores que le daba Dottore cuando eran pareja.

- Gracias por dejarme ser un omega mimado - mencionó cariñoso luego de terminar la coleta alta de Diluc, no era necesario pasar tanto tiempo peinandolo, pero disfrutaba tanto ver la expresión relajada del alfa, que se permitía adormilarse mientras su pareja lo mimaba durante el cepillado, escuchando atento cualquier cosa de la que el omega comenzará conversación.

El alfa solo sonrió, abriendo de nuevo perezosamente sus ojos, no solía permitirse tantos momentos de ocio y platicas banales, pero no iba a negarle a su pareja pasar tiempo con él, incluso si eso significaba reacomodar sus horarios.

- Eres mi omega, cada deseo y orden tuya es un placer para mí cumplirla - aseguró besando su muslo de nuevo, comenzando un suave camino de lamidas, mordidas y besos hasta estar peligrosamente cerca de la entre pierna de su omega, comenzando a marcar un chupón ahí.

El omega no tardo en dar un suave gemido, notando la intención del alfa detrás de aquella acción, confirmándolo al ver ese brillo de lujuria iluminando sus ojos.

- Está primera ronda mando yo - gruñó Sujetando fuertemente su coleta alta, guiando el rostro del alfa a un beso húmedo.

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Juraba que este capítulo lo había subido antes, pero bueno, aquí lo dejo, les deseo un feliz comienzo de año y avisados quedan de que en el próximo capítulo manda Scaramouche en la cama.

Y por si a alguien le interesa aquí pongo la imagen de la que saque la idea del cambio de vestuario de Diluc, créditos a Elineptune en tiktok.