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3:07am en el reloj y empiezo a preocuparme. ¿Sus padres la habrán descubierto? Me aterra la idea de pensar en que fue así. 

El padre de Lisa llega a ser muy violento con ella, como aquella vez...



—¡Jennie, rápido, sube ya!

Lisa me esperaba arriba en las escaleras, estaba llamándome para que subiera a su habitación. Habíamos mentido diciendo que haríamos un proyecto juntas y es por eso que me encontraba en su casa. Descaradas, lo sé. La mayoría de las personas pensaban que nos habíamos convertido en mejores amiga, dejando a Jisoo y Rosé a un lado, lo cierto es, que solo ellas sabían que manteníamos una relación amorosa en secreto. 

—¡Espera!... Oh, señora Manoban, no sabía que estaba en casa. Lo siento. —hice una reverencia hacia ella, me la encontré saliendo de la cocina justo cuando iba a subir las escaleras. 

—Jennie, nena ¿hace cuanto llegaste? No te vi entrar.

—Hace solo unos minutos... Lisa me espera arriba —ambas miramos hacia la segunda planta y Lisa había desaparecido. Cobarde. — Tenemos que terminar un proyecto para el viernes.

—¿De verdad? ¿Qué clase toman juntas? — La señora Manoban tomó su bolso y se colocó un abrigo. Me miraba curiosa, o era muy inteligente o realmente sabía algo. 

—Ehh... Artes. —Mentira. No teníamos ni una sola clase juntas, lo cual, nos provocaba muchos problemas. 

—Bien... Jennie, hay comida en el horno por sí les da hambre. Tengo que salir, Marco volverá en unas horas

—Claro, gracias. — esperé a que saliera de la casa y subí corriendo a la habitación de Lisa. 

Apenas abrí la puerta y sentí un peso extra sobre mi cuerpo. Lisa se había abalanzado sobre mi atrapando en el movimiento mis labios comenzando a besarme. 

Me adentró en su habitación y cerró la puerta con el pie de un golpe. Tocaba mi cuerpo sin vergüenza alguna y me condujo hasta la cama donde me dejó caer bruscamente. 

Se subió sobre mi y volvió a besar mis labios, estaba desesperada. Me causó gracia verla así de ansiosa que no pude evitar soltar algunas risas. 

—Lisa... Lisa espera. —corté sus besos poniendo mi mano sobre su boca y se alejó un poco para verme confundida. 

—¿¡Que!? No hay nadie en casa Jennie. ¿Recuerdas aquella noche en el baño de Jisoo? Podemos hacer esto en 5 minutos. — sonrió divertida y bajó su rostro hasta mi cuello para besarlo. 

—¡5 minutos! ¡Estás loca! — solté una carcajada, es una exagerada. Volví a empujarla por los hombros tratando de alejarla de mi cuerpo. — Basta Lisa.

—¿Ahora qué? ¿No tienes ganas? —Lisa se irritaba muy fácilmente y creo que había logrado un tiempo récord. Sostuvo su cuerpo con los brazos sobre el colchón para no aplastarme con su peso. 

—Lisa, no podemos hacerlo aquí...

—¿Por que no? Es una cama, no podemos hacerlo siempre en los baños, o en los autos, menos en los jardines del colegio, fue muy arriesgado la ultima vez, tampoco en la azotea y...

—Bueno ya, entendí... —le corté su inspiración de mencionar todos los lugares donde habíamos tenido intimidad durante este tiempo. — Es tu casa Lisa, no es correcto. 

—Bien... —se bajó de mi y se sentó en la orilla de cama poniéndose sus botas. Ahora la señorita está molesta. Bien hecho Jennie. 

—Lisa. — la llamé pero ni siquiera me miró. Me incorporé y me arrastré por la cama hasta llegar a la orilla junto a ella. Peiné con mis dedos su corto cabello, quise hacer lo mismo con su flequillo y detuvo mi mano con la suya antes de que la tocara. 

—Vamos Lili, no vas a enfadarte por eso ¿o si?

—¿Te parece poco? —Lisa se puso de pie quedando frente a mi, que aún estaba de rodillas en la cama. 

—Lisa, no es el fin del mundo. Podemos hacerlo siempre que queramos, pero no aquí, amor. 

Lisa hizo un gruñido en su garganta y volvió a sentarse junto a mi sobre la cama. Cubrió su rostro con sus manos ¿estaba llorando? 

—Me frustra que tengamos que escondernos. Te apuesto 1 millón de wons a que sí fueras un chico no pasaría nada sí algún día nos encontraran desnudas sobre esta misma cama.

 Me acerqué a Lisa y la abracé tan fuerte como pude. Teníamos el mismo sentimiento y sabía que era totalmente verdad lo que decía. 

Quité sus manos de su rostro, besé sus ojos mojados y me incliné un poco más para juntar nuestros labios en un tierno e inocente beso. Por una fracción de segundo escuché la puerta rechinar, quise detener el tiempo pero no pude... 

—¿¡Lalisa!?


Stars. - Jenlisa.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora