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Me giré en dirección al asiento del copiloto, estaba vacío. Un enorme hueco en el vidrio frontal hacía presencia. 

Comencé a gritar de agonía cuando alcancé a ver el cuerpo de Lisa en el suelo a dos metros del auto.

Quité el cinturón se seguridad y traté de abrir la puerta para salir, pero el auto con el que había chocado lo impedía. Trepé por el asiento y salí por la puerta del copiloto. Corrí hacia ella, en ese momento, podría jurar que tenía superpoderes porque dejó de dolerme el cuerpo cuando vi a Lisa en ese estado. ¿Mi superpoder? La adrenalina. 

Me arrodillé a su lado, quería abrazarla y decirle que todo iba a estar bien, pero tenía heridas y sangre por todos lados, temía lastimarla aún más. 

—Lisa ¿me escuchas? —reprimí nuevamente mi llanto. No ahora por favor. —¿Mi amor?...

—Jen... quítalo.  

¿Quitar qué? creí que había entendido otra cosa o que tal vez ella estaba delirando. Pero estaba boca abajo sobre el suelo, algo le molestaba. 

Me armé de valor y con manos temblorosas la moví. Reprimí un jadeo de la impresión, un cristal de gran tamaño se incrustó en su vientre. 

—No puedo hacerlo Lisa. 

—Está bien, voy a estar bien... Te amo ¿lo recuerdas? —asentí y tomé el cristal con mis manos. Lo saqué con cuidado, con cada segundo que pasaba la cara de Lisa se descomponía de dolor. Decidí sacarlo de golpe, pensando que así que su dolor pasaría más rápido.

Dejé caer el cristal el suelo cuando me percaté de que Lisa se desangraba ante mis ojos. Tomé su rostro con ambas de mis manos, manchándolo un poco con su propia sangre. 

—No Lisa, no me hagas esto.

Lisa estaba perdiendo la vida ante mis ojos y no podría evitarlo. Tomé del suelo el cristal que antes estaba en el vientre de mi Lisa y sin pensarlo dos veces me realicé un corte profundo en las muñecas. 

Con cuidado me recosté sobre Lisa esperando el momento de partir para ambas. 



Stars. - Jenlisa.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora