Ocho🔓

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Los cuerpos de los amantes se balanceaban al compás de una danza perversa de lujuria, Young-mi los miraba fijamente cómo ajenos a todo, se dejaban llevar por las pasiones de sus más bajos instintos

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Los cuerpos de los amantes se balanceaban al compás de una danza perversa de lujuria, Young-mi los miraba fijamente cómo ajenos a todo, se dejaban llevar por las pasiones de sus más bajos instintos.

JunMyeon gemía al borde de las lágrimas perdido en su propio placer, sus manos ansiosas se enredaban con fuerza entre los cabellos del hombre que lo tomaba de lleno contra el librero y le besaba el cuello con abandono, las piernas enredadas en la cintura de su amante que golpeaba fuerte contra su interior. Si fuera una pintora de arte erótico, seguramente esa sería una escena que fácilmente plasmaría sobre un lienzo.

Pero no era nada de eso, era la madre del novio de aquel traidor que yacía con otro a unos pasos de su hijo, el joven iluso que estaba por proponerle matrimonio a un vulgar cualquiera que se sabía ocultar bien bajo la máscara de un muchacho noble y buena familia con una reputación intachable.

Sir Do abrió los ojos cuando llegó a la cúspide de su placer, horrorizado observó el rostro de su suegra que lo veía con desprecio y un ligero brillo de malicia, en un intento por salvar las apariencias empujó a su amante lejos de él y trató de acomodar sus ropas desordenadas para conservar el poco pudor que le quedaba.

Majestad, no es lo que usted cree...

Una carcajada ácida brotó de la garganta de la emperatriz al ver como el otro hombre se quedaba paralizado después de saberse descubiertos por ella. Su espalda subía y bajaba acelerada por la actividad física, o tal vez el miedo.

Si no es lo que vi ¿Entonces qué es, Sir JunMyeon?

El nombrado comenzó a sollozar negando con vehemencia.

Él me sedujo. Se justificó descarado.

Y por lo que veo eres un muchacho demasiado fácil como para negarte a las tentaciones de este tipo.

Juro que es la primera vez que ocurre algo así. —Se arrodilló temeroso.

Dese la vuelta, Lord Kim, gracias a las exclamaciones del más puro y sublime éxtasis de mi honorable casi futuro yerno, pude averiguar quién era el otro partícipe en esta traición. Exclamó sarcástica.

A JongIn no le quedó de otra que finalmente darle la cara a la emperatriz y hacer una reverencia a modo de disculpas por lo que acababa de presenciar.

¿Es cierto lo que dice Sir JunMyeon milord? ¿Usted lo sedujo?

JongIn miró hacia donde aún se postraba un sollozante JunMyeon.

¿Usted le va a creer, mi señora? —Se mofó del espectáculo que ahora daba Sir Do.

Por supuesto que no soy tan estúpida, nadie que se entrega con tal devoción y la euforia en que lo hizo Sir JunMyeon puede pensar siquiera que esta es su primera vez, lo que acabo de observar ha sido el acto de dos amantes cuyos cuerpos se conocen muy bien ¿Cuánto, Lord Kim? ¿Cuánto tiempo usted y este canalla que decía amar a mi hijo llevan traicionándolo?

Hɪs Rᴏʏᴀʟ Hɪɢʜɴᴇss || [ChanSoo]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora