Once🔒

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KyungSoo cabalgaba contra el viento, no sabía por qué actuaba así, bueno, sí, pero no se creyó con la valentía suficiente para hacer lo que hizo, Jen se reiría de él cuando le contara cómo fue todo con el Príncipe después de seguir sus tontos consejos, si salía vivo de esto le diría que era la peor consejera en la vida, ahora no sabía cómo darle la cara a Su Alteza después de querer hacerse pasar por alguien más interesante de lo que es, no les tenía que haber hecho caso a nada de lo que sus amigos dijeron, pero como lo evitaba si para ninguno era un secreto el enamoramiento que tenía por el Príncipe.

Se adentró al bosque de bambú, los rayos de luz mañaneros lo atravesaban dejando un halo casi místico, con razón la emperatriz venía a despejar su mente a tan maravilloso lugar.

Acarició con mimo la cabeza del pura sangre que jadeaba luego del carrerón que le hizo dar, era tan bonito como su Meokmul.

Te gusta jugar con mi mente ¿No es así?

KyungSoo se sorprendió al escuchar esa voz.

El príncipe bajó de su caballo y se puso junto a Soo, lo invitó a que descendiera también y sin preguntar lo sostuvo de la cintura alzándolo en vilo como pluma hasta dejarlo de pie sobre el suelo, no recordaba que estuviera tan delgado, pero también influía que tampoco era muy alto, en eso Su Alteza le llevaba bastante ventaja.

Gracias mi príncipe. —Él le sonrió de medio lado dejando a la vista ese hoyuelo que tanto le gustaba, estuvo a punto de suspirar vergonzosamente, pero se contuvo.

Veo que Dae no se equivocó al decir que eras buen jinete, me hiciste comer el polvo con tu huida.

KyungSoo llevó una mano a su boca para intentar ocultar su sonrisa, pero el Príncipe la apartó y en su lugar la atrapó entre las grandes suyas.

No, no la ocultes, tienes una hermosa sonrisa, no me prives de tal privilegio.

El pobre Soo no cabía en sí mismo de lo avergonzado que lo hacía sentir este tipo de comentarios, su corazón era muy débil.

***

Llevaba dos semanas teniendo aquellas especies de citas con el Príncipe Chanyeol, todavía no le había dicho nada a su madre, ni mucho menos a sus hermanos, no quería que lo obligaran a dejar de verlo, pues la tensión entre la casa Do y la Familia Imperial no había quedado en los mejores términos, la emperatriz y su familia los toleraban por política y nada más, no daba buena imagen a la opinión pública un conflicto interno entre la nobleza y el Estado.

Pero si las cosas avanzaban con el Príncipe, tal vez pudiesen reanudar relaciones, sería un sueño para su madre, después del escándalo la condesa no fue echada de los más importantes eventos, pero sí se notaba cierto recelo hacia su presencia.

KyungSoo desechó esos pensamientos, no se haría ilusiones, menos después de la última conversación que tuvo con su amiga Jennie, ella conocía más del amor que él, lo que dijo de Su Alteza fue muy doloroso de asimilar, aunque razón no le faltaba ¿Cómo de la noche a la mañana el amor de su vida se iba a fijar en él sin razón aparente? Era obvio que solo lo quería utilizar para fastidiar a JunMyeon, conocía lo orgulloso que llegaba a ser su hermano y verlo junto al ex que inevitablemente tuvo que dejar ir encendería sus celos.

Hoy irían a cenar y le pondría fin a esto, estaba arriesgando mucho por cumplir un capricho adolescente, en eso no se diferenciaba mucho de JunMyeon, si fuera consciente de su situación, nunca se hubiera dejado arrastras en este juego, se sentía decepcionado de Chanyeol... ni siquiera alcanzó a tutearlo ¿Cómo pudo soportarlo todo este tiempo?

Hɪs Rᴏʏᴀʟ Hɪɢʜɴᴇss || [ChanSoo]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora