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Narra Raymond

Esta noche será una fiesta para darle la bienvenida a las chicas al equipo, incluyendo a Jade. He dejado que acomode a su oficina, el cambio de horario es algo que se le ha complicado, aunque su semana de prueba apenas inicia.

Salgo de la disquera luego de un día pesado de trabajo, me monto al auto conduciendo hasta casa, mi móvil suena ante la llamada de Nicki, ignoro eso hasta llegar a mi destino.

Aparco el auto en la acera entrando a casa, saludo a las personas del servicio, subo corriendo las escaleras para ir a mi habitación, al llegar voy directo al baño para relajarme. Mi tiempo está contado, así que debo apurarme.

Con una toalla alrededor de mi cintura, con las sandalias húmedas camino hasta el vestidor buscando lo que me pondré, me pongo la ropa interior, optó por algo casual, un pantalón de mezclilla, camisa de cuello de color negro, tenis blancos, junto a finas cadenas de oro, aplicó productos de higiene, regreso al baño para cepillarme, recoger mis anillos.

En mi bolsillo trasero meto mi cartera, mi móvil en la parte de enfrente, salgo corriendo de mi habitación bajando hasta el garaje buscando las llaves del Lamborghini negro, me monto saliendo de mi casa.

Estoy emocionado por verla, se que se verá hermosa, lo único que deseo es que ese tipo que tiene de esposo no vaya, trataré de poder llevarme lo mejor con ella, quiero tener una linda amistad.

Una estúpida sonrisa se instala en mi rostro cuando llegó a la casa de Nicki, aparco el auto bajando de este, pongo la alarma antes de entrar al lugar, la música está demasiado alta, hay personas por todas partes, el olor a alcohol es fuerte, al igual que otras sustancias.

— Hey Yankee — grita Nicki mientras camina a mí — cabrón, ¿A dónde vas? — pregunta divertido.

— Te estaba buscando — respondo el abrazo — ¿Rafael está aquí? — pregunto mientras nos dirigimos a dónde estaba él.

— Dijo que iría por las chicas — arqueo una ceja — tu manager y sus amigas — aclara mientras llama a un mesero.

— Un whisky doble — le pido al mesero cuando se acerca a nosotros — iré a saludar el resto — me alejo de Nicki al ver que se queda charlando con una morena.

Saludo a todos charlando, recibo mi trago continuando con la plática con mis amigas, apoyo mis codos reclino mi cuerpo en la baranda del balcón que da vista a la entrada principal, bebo sonriendo algunas chicas que me miran coquetas, bebo mi trago viendo a Rafael entrar acompañado de un grupo de chicas.

— Hijo de puta — murmuro al ver qué está rodeado de mujeres hermosas — ¡RAFAEL! — grito haciéndole una seña.

Murmura algo a las chicas, detrás de él sale la mexicana que tanto estaba buscando, el vestido blanco con la parte superior en forma de corset con escote en corazón, la parte inferior por arriba de las rodillas con una abertura en la pierna derecha dejando ver un liguero fino de piedras blancas, tacones plateados, sus labios pintados de un rojo rubí se miran tan tentadores, el delineado la hace tener una mirada feroz.

— Te estaba buscando — habla Rafael acercándose a mí — tuve que ir a recoger a las chicas, no sabían la dirección — comenta mientras agarra una cerveza que le ofrece un mesero.

— Nicki me comentó eso — bebo un trago sin verlo — los cabrones están en el jardín — señaló el jardín trasero — tienen mujeres de sobra.

— Vamos — toma mi brazo haciendo que lo siga — las chicas están llamando la atención — sonríe viendo a las mujeres que trajo consigo.

— Para todos los de aquí es carne fresca — respondo viendo el mismo punto que él — una lástima que ellas son unas fieras y quienes tomarán riendas de este juego serán ellas — me encojo de hombros antes de terminar mi trago yendo hasta la barra.

La dueña de mis sueños Donde viven las historias. Descúbrelo ahora