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Narra Raymond

Agradezco a Natasha por darme actualizaciones del proceso de duelo de mi loca, el saber que es un proceso doloroso está drenando todos esos sentimientos acumulados por años.

No puedo decir que la entiendo, porque jamás he llegado a tener una relación tan extensa, tampoco compromisos así de serios, sin embargo se que el dejar ir a la persona con la que estuviste mayor tiempo de tu vida puede ser doloroso, más cuando cada día te esfuerzas en ser mejor persona, dedicarle tiempo y al final recibir todo lo contrario.

En un par de días Jade tendrá que regresar al cartel, sus vacaciones están por terminar y no tengo idea de cómo estará, si sus ánimos estarán por lo suelos o su depresión tendrá el disfraz de malhumor.

Observó detalladamente mi agenda revisando que todo esté en orden, me gusta organizar mis colaboraciones de manera personal, así mantengo presente las fechas, personas y cosas que debo hacer, la puerta de mi oficina se abre dejando ver a Rafael entrar con su iPad en la mano, lo veo mal ante el gesto que ha hecho.

— ¿A caso no sabes que debes tocar antes de entrar? — cuestionó con molestia rodando los ojos al ver que se sienta en una de las sillas frente a mi escritorio.

— Ya se que solo aceptas eso de Jade — rodea los ojos dejando el iPad sobre el escritorio — luego me reclamas, vengo a mostrarte algo.

— Rafael no estoy para chismes, rumores, mucho menos para estupideces — advierto al saber cómo es él.

— No es nada de eso — me mira indignado — estuve hablando con algunos chicos de recursos humanos y toda esa mierda — arqueo una ceja interrogante — ellos me hablaron muy preocupados — su voz suena más seria y su cuerpo se tensa.

— ¿Sucede algo? — pregunto de inmediato poniendo mis codos sobre la mesa para verlo de manera sería.

— Ellos me mostraron estás estadísticas — toma el iPad enciendo la pantalla haciendo unas cosas que no logro distinguir — hicieron un recuento de todo, la disquera está a unos hilos de tener una mala racha, está afectando muy seriamente tu vida personal, algunas empresas  están dudando en renovar los contratos de asociación, revistas y demás ya han mandado una advertencia que si no hay un orden contigo respecto a los escándalos, no podrán permitir que sigas trabajando con ellos y asistiendo a los eventos, por qué estarías dando una mala imagen — suelta un suspiro mostrándome todas las estadísticas.

— ¿Qué mierda?— cuestionó indignado viendo la pantalla del iPad — ¿A caso no recuerdan quién soy y el poder que tengo en la industria? — gruño viendo a Rafael.

— Ray estamos en serios problemas, es necesario buscar más estrategias — rasco mi cuello intentado aliviar toda la presión que cae sobre mis hombros.

— No quiero casarme Rafael, mucho menos andar con alguien que no soporte y solo me vea cómo un banco personal — masajeó mi sien soltando un suspiro.

— Necesitas hacerlo, no puedo dejar que la disquera se vaya a la mierda junto a tu carrera, miles de familias dependen de estos empleos — se sienta en una de las sillas frente al escritorio tomando entre sus manos la tablet.

— ¿Tienes alguien en mente? — pregunto no muy seguro de esto — no quiero modelos, tampoco bailarinas, estoy traumado con esas tipas.

— No quiero que tengas a una loca de esposa, pensaré muy bien quién puede ser una buena candidata — asiento sin decir nada viéndolo.

Mis pensamientos comienzan a ganarme, de inmediato la enojona de Jade se me viene a la mente, ella puede ser alguien que nos ayudaría mucho.

Por años personas del fandom han pensado que somos pareja, incluso tuvimos que salir a desmentir varios rumores, si tengo la oportunidad de tenerla oficialmente para mí, jugaré bien mis cartas.

La dueña de mis sueños Donde viven las historias. Descúbrelo ahora