Narra Raymond
Aún con el dolor de cabeza con el que amanecí decido ir al cartel, trato de no joderme más llevando los lentes de sol más oscuros que encuentro en mi clóset. Bajamos del auto tomados de la mano caminando hasta la entrada principal sintiendo miles de pares de ojos chismosos viéndonos.
Puedo deducir que están murmurando mil mierdas de nosotros, o simplemente decir, "te dije que tenían algo desde siempre""de seguro ella dejó a su esposo por el jefe" "ya sabíamos que tarde o temprano se iban a enredar", y más mierdas que no tengo ganas de escuchar.
Realmente sabía que al dar a conocer la noticia, que tenía una relación que terminará en matrimonio podía hacerme la comidilla de todo el mundo, estar en el ojo del huracán intentado sobrevivir el ahogo de personas sin nada que hacer mas que vigilarte, me fastidia.
Llegamos hasta el ascensor privado dejando que ella ponga su huella digital en el lector de un costado, dejo que pase primero cuando las puertas metálicas se abren, haciendo que los guardias suban en el de los empleados, se gira presionando el botón del último piso, rodea mi cuello permitiendo que mis manos bajen hasta su trasero apretando suavemente haciéndola dar un pequeño brinco.
— Deja tu mal humor y haré que mañana tengas todo el día libre — deja un beso corto en mis labios.
— Bien — respondo escondiendo mi cara en su cuello, sintiendo ese delicioso olor a chanel — es solo que tengo mucho sueño — me queja.
— Solo grabas y regresamos a tu casa — asiento lentamente apretando su trasero — le diré a tu secretaria que haga tus maletas.
— Dile que no se olvide de empacar condones — murmuro levantando mi rostro — ayer lo olvidamos — la miro con preocupación
— No será necesario — las puertas del ascensor se abren — uso la inyección anticonceptiva — susurra soltando su agarre de mi cuello, quito mis manos de su trasero para salir del ascensor.
— Iré por la libreta — trato de caminar a su ritmo aunque es casi inútil pero termina caminando más rápido para tener mi ritmo.
— Iré por Windy, nos vemos en el ascensor — asiento entrando a mi oficina.
Entro a la oficina directo a sentarme en la día giratoria frente al escritorio, mi asistente entra de inmediato con una botella de agua sellada, la deja ennfrente de mí antes de empezar a leer mi agenda.
°°°
— Tu ex me fusila con la mirada — me burlo en un susurro muy cerca de Jade — desde que te presente como mi mujer no ha dejado de verte.
— Es un idiota — rodea los ojos — vamos, debes grabar tus líneas — palmea mi pierna dejando un beso pequeño en mi mejilla.
— El sushi no me lleno — murmuro viéndola apenado.
— Por algo te pedí esto — me entrega un emparedado — tal y como te gusta — asiento dejándome caer en el cómodo sofá para comer en lo que veo en mis redes sociales videos.
— ¿Contento? — pregunta Jade acercándose a mí antes de terminar por completo el emparedado.
— Mucho mejor — le sonrió — aún quiero la pastilla — saca un frasco dejando en la palma de mi mano un analgésico — gracias — murmuro llevando el fármaco a mi boca.
— ¿Quién va primero? — pregunta sentándose a mi lado, dejando en el cesto de basura el envoltorio de lo que era mi emparedado
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La dueña de mis sueños
RomanceTodos conocemos la historia desde la perspectiva de Jade, es momento que nuestro chico narre su versión y conozcan un poco mas a fondo al jefe gruñón. Con una y mil razones para amarla, un amor que nació desde el primer instante y con el tiempo se v...