« Mason Aves: The Wizard »

Capítulo 9: Primer año

A la mañana siguiente, a las 6:30, estaba de pie en la sala común de Ravenclaw, mirando directamente a un estante en la biblioteca interna. Sly se había vuelto invisible cuando bajé y salí por una salida disponible para las mascotas para quién sabe dónde. Se negó a quedarse dentro de mi túnica o quedarse conmigo durante las lecciones.

La biblioteca en sí no estaba exactamente dentro de la sala común, sino un poco más arriba. Un pequeño tramo de escaleras conducía a un balcón del segundo piso, apenas 7 pies por encima del piso de la Sala Común, que contenía los estantes de libros.

Había 9 estantes, separados por un espacio lo suficientemente grande para una mesa de estudio de 20 personas cada uno. Sorprendentemente, el tamaño de la biblioteca era mayor que el tamaño de la sala común, pero encajaba perfectamente dentro de ella.

Sacudiendo la cabeza ante esta confusa hazaña de magia, me vuelvo hacia los estantes. Siete de ellos estaban claramente etiquetados para cada año de Hogwarts, junto con los dos estantes para cosas diversas.

En esos estantes anuales, los compartimentos se dividieron aún más según el tema. El estante de primer año solo tenía nuestro material de estudio escolar, y también los de segundo año, junto con algunas novelas. Sorprendentemente, pude ver una gran colección de Sherlock, junto con todos los libros de Jules Verne.

Sin embargo, desde el tercer año en adelante, había compartimentos adicionales para materias que no se ofrecían en las clases, pero que era seguro aprender de forma independiente a esas edades.

Estaba mirando los dos últimos estantes y leyendo qué materias estaban disponibles para estudiar, aunque probablemente sea solo una comprensión básica de las mismas.

"Ah, ¿ya estás despierto?" la voz de una persona mayor, que yo, me hace mirar hacia las escaleras que conducen a la Biblioteca. Fue el Prefecto de anoche, el que nos trajo hasta aquí.

"Verne, ¿verdad?" Pregunto, tendiéndole la mano al prefecto.

El chico de 15 años me da la mano y dice: "Tienes razón. Julius Verne. Encantado de conocerte".

Mis cejas se mueven involuntariamente y pregunto: "¿Tu nombre ... es Julius Verne? ¿En serio?"

El prefecto sonríe ampliamente y dice: "Ah, sí. Ya conoces a Jules Verne. Nuestro apellido es el mismo que el del autor, y mi padre es un fan. Así que, naturalmente, me llamó Julius para meterse con la gente".

"Eh." Digo, porque ¿qué más puedo decir a eso? Sigo diciendo: "Espero que seas su descendiente o algo así. Me llamo Mason Aves, por cierto".

"Lo sé, y no soy, un descendiente, quiero decir. Lo comprobé". Dice, y luego se vuelve hacia el estante que estaba observando.

Entonces, ¿es posible buscar antepasados? "¿Cómo comprobaste eso? ¿Hay algún hechizo?" Pregunto, mostrando mi curiosidad en mi rostro.

Él dice: "Bueno, puedes ir a Gringott o al Departamento de Herencia del Ministerio y hacer un Registro Genealógico. Usan tu sangre para encontrar antepasados ​​hasta hace 1000 años".

Abro los ojos y susurro: "Mierda".

"Sí, deja esos sueños, amigo. No hay bóvedas en Gringott dejadas por nuestros antepasados ​​ni nada. Demonios, Jules Verne era un muggle, que tenía una imaginación increíble. Pensé que sus libros eran un signo de su herencia mágica , pero no. Completamente muggle ". Interrumpe y niega con la cabeza.

Antes de que pueda preguntarle algo, dice: "Tenías la misma cara que yo cuando me enteré. Yo también fui con la esperanza de que al menos uno de mis antepasados ​​debía haber dejado una bóveda llena de libros. las Bóvedas fueron reclamadas por los parientes más cercanos de la época de inmediato, o vendidas en una subasta si logran abrirlas. Pero, quién sabe, es posible que tengas suerte. Y te sugiero que vayas a los Goblins. Es 10 veces más caro , pero guardan los registros para ellos mismos, para que los reporteros no te acosen o algo así ".