« Mason Aves: The Wizard »

79

Llamo a la puerta, haciendo una mueca de dolor, mi pecho todavía se siente un poco sensible gracias al nuevo tatuaje que ahora adorna mi pecho. El tatuaje rúnico original había hecho un buen trabajo para evitar que me espiaran, pero... como había experimentado recientemente, no era útil contra los de arriba.

Dioses.

O incluso Maya, para ser honesto. Se las arregló para encontrarme cuando morí.

Quitarlo fue un asunto fácil para mí, ya que fui yo quien realmente lo marcó allí. Sin embargo, diseñar uno nuevo, uno que pudiera (debería) funcionar contra los Dioses omniscientes que todo lo ven... eso era un asunto completamente diferente.

Maya ayudó, personalmente, además de ofrecer algunos de los conocimientos almacenados en sus Bóvedas. No tenía exactamente una biblioteca, ya que la mayor parte de lo que Maya había aprendido provenía de su propio entrenamiento de prueba y error. Pero ella tenía algunos libros que dijo que venían de los tiempos de la Atlántida.

Tesoro... ella los había llamado, y por lo tanto, estaban guardados bajo llave, en su Bóveda. Dudo que los hubiera visto de otra manera, ya que Maya definitivamente tiene suficientes protecciones para evitar que mi Repositorio robe los libros.

Las Runas atlantes, junto con varios días de experimentos y la ayuda de Maya Scrying, me permitieron crear un hechizo rúnico que negaba por completo el hechizo Scrying enfocado de Maya. Y si Maya... una maga de 15.000 años... no puede verme cuando llevo un anillo adornado con el hechizo rúnico, entonces dudo que los dioses más jóvenes puedan hacerlo.

Y menos aún, cuando está alimentado por mi sacrificio de sangre.

El sacrificio de sangre es la razón por la que originalmente me había tatuado el hechizo en el pecho en lugar de solo usar un anillo con el hechizo o algo así, y es por eso que lo hice ahora. Además, los anillos se pueden perder, robar o esconder. Mi tatuaje siempre permanecerá conmigo.

Había marcado el tatuaje en la parte superior de mi corazón hace dos días, y había pasado un día entero sin acceso a mi magia, así de hambriento de magia estaba el hechizo rúnico. Y ahora, por fin estoy lista.

"Adelante." Voces mayas desde el interior del Salón.

A pesar de que su castillo es grande, descubrí que vive completamente sola. No confía en que nadie más viva con ella y no intente matarla. Excepto yo, pero creo que ella también desconfía un poco de mí.

Al entrar en el Salón, veo a Maya mirando una sola página y sonrío. Pregunto, "El Ritual Animagus te despertó la curiosidad, ¿eh?"

Maya sonríe y dice: "¿Qué puedo decir? Siempre tuve envidia de mi compañero Externo por poder convertirse en un Dragón, y ahora encontré a otro de los Externos que puede hacerlo, en la forma de Kasha. no menos."

Niego con la cabeza y me siento a su lado. Le doy a Maya un momento de silencio, ambos lo suficientemente cómodos en la presencia del otro que no decimos nada. Le había dado el Ritual Animago Original, uno que te daba la habilidad de conectarte con tu Espíritu Animal Mágico y Mundano.

Ni siquiera me molesté en tratar de engañarla con un Ritual falso o defectuoso, ya que... En primer lugar, estoy tratando de entablar una amistad con ella. Y engañarla habría sido contraproducente. En segundo lugar, ella es literalmente una maga de 15.000 años, que ha tenido tanto tiempo para estudiar el tema de la magia del alma.

Habría descubierto mi truco en un día como máximo.

Después de un tiempo, Maya guarda la página del Ritual dentro de un bolsillo de su falda larga y pregunta: "Entonces... ¿te vas?".