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Capítulo 38: La misión de rescate

-Peggy POV-

Margaret Elizabeth Carter, o como se la conocía más comúnmente, la Agente Peggy Carter. Ella era una espía en el Ejecutivo de Operaciones Especiales, habiendo estado allí después de su breve período como descifradora de códigos en Bletchley Park, seguida de su trabajo en el MI5 y, actualmente, en la SSR.

En sus años de trabajo de espionaje en la SOE, el MI5 e incluso en la SSR, había visto a muchos hombres que pensaban que sabían más que ella. Muchos de esos hombres le habían pedido que le llevara té, bocadillos, incluso cuando era una agente completamente calificada y tenía un doctorado a su nombre. Lo que no se puede decir de la mayoría de los agentes masculinos allí.

Steven Grant Rogers... no era uno de esos hombres, pero ciertamente estaba actuando como tal, y Peggy quería darle un puñetazo en la cara.

No la estaba condescendiendo, al menos no a propósito, pero estaba ignorando todos los signos evidentes de su estupidez.

Peggy lo había visto hablar con el Coronel Phillips, lo había visto rogar al Coronel una misión de rescate, para que pudiera recuperar a su único amigo de detrás de las líneas enemigas. Y luego, cuando el Coronel se negó, con razón, vio su rostro.

Entonces su rostro le había recordado su propio rostro. La noticia de la muerte de su hermano la había decidido a inscribirse en las misiones de campo, sin importarle que pudiera morir. Y Steve Rogers estaba tan decidido como ella a emprender una misión suicida.

Al verlo comenzar a empacar sus maletas a toda prisa, sin duda para una misión en solitario, Peggy lo sigue mientras reúne cosas y dice: "Escuchaste al Coronel, lo más probable es que tu amigo esté muerto".

"Por eso tengo que darme prisa". Steve Rogers, dice el hombre con apenas la mitad de un plan, tomando un escudo del estante y observándolo por un segundo.

Peggy pregunta: "El coronel debe tener un plan de rescate. Debe estar diseñando una estrategia. Si saltas sin un plan, puedes estropearlo".

"¡No puedo esperar, Peggy! ¡Para cuando el Coronel haga un movimiento, podría ser demasiado tarde!" Steve dice, mirándola con una mirada angustiada en su rostro. Luego susurra: "No puedo perderlo, Peggy. No puedo...".

Steve se limpia los ojos, recoge su bolsa y escudo, y comienza a caminar fuera de la tienda. "¡Steve!" Peggy grita, pero Steve no se detiene, haciéndola seguirlo hacia un Jeep.

Dándose la vuelta una vez cerca del jeep, Steve pregunta: "Dijiste que estaba destinado a más que esto. ¿Sigues sintiendo lo mismo?".

Peggy no duda y responde: "Sí, quiero".

"Entonces déjame ir, Peggy. Déjame hacer esto". Steve ruega, sus ojos tan tristes que hacen que Peggy, alguien que estaba acostumbrada a la manipulación emocional, se detenga y piense.

Ignorando la punzada de dolor en su propio corazón, Peggy dice: "Steve, por favor, solo detente y piensa por un minuto. No hay manera de que puedas entrar solo, solo con ese... escudo, e incluso esperar rescatar a tu amigo". ¿Y qué? ¿Vas a conducir 30 millas a través del territorio de Hydra? ¡Irás a territorio hostil, Steve! ¡Solo!"

Steve hace una pausa en su camino hacia el asiento del conductor y dice: "Entonces, ¿qué hago? Porque no hay forma de que no me vaya a Krausberg, Peggy".