Martes 13 de diciembre

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Las 9:00 a.m.
La luz de la mañana llegó a mís ojos Los abrí poco a poco. Sonreí al recordar lo que pasó anoche,Bear era el hombre de mi vida no tenía ninguna duda,como me tocaba, como me cuidaba...

Moví el brazo en la cama para buscar a Bear. Estaba dormido boca abajo, solo con su ropa interior y yo con su camiseta que me que me quedaba como vestido.

Los rayos del sol caían en sus rizos haciéndolos billar .

Me acerqué a el, besé su boca la cual estaba entrecerrada y peiné sus pelitos.

Suavemente se despertó estirando su cuerpo. Me acerqué  a el y lo abrazé también deje besos en su mejilla el automáticamente sonrió, nos quedamos así una rato disfrutando uno del contacto del otro

Hasta que Bear de movió y se puso boca arriba y me señaló  q me acostara en su pecho así hice

–¿Bee?

–¿hm? – Besó mi cabeza

– Desde hace cuento te gustó, es decir cuando te diste cuenta que yo podría ser la mujer de tu vida

–Pues... –Sonaba ronco,pero precioso a la vez– Exactamente, desde siempre pregúntaselo a mi padre se lo dije con tres años pero concretamente desde los 10 años cuando me hacían bulling y tu me defendías desde ese momento nunca saliste de mi mente

– ¿Y por qué no lo dijiste antes?

–Por qué sabía que no sentías lo mismo

–Dios Bear, te he gustado cuando tenía flequillo, gafas orrendas y brakets dime q no

– Sí, me gustabas muchísimo te veía guapísima – yo me comenze a reír

– Por Dios Bear como te podía gustar era feísima –seguía riendo– Bueno, espera te acuerdas en la época en la que estabas gordito

– Sí, por dios no me lo recuerdes

–Me enamoré de ti

–¡Que! – Arqueó la ceja

– te juro se lo dije hasta a mis padres te veía, y te veo – recalqué – tan adorable – me acerqué a el hasta tenerlo frente a frente – con tus rizitos largos– Empezé a tocarle el pelo. Lo que había empezado como broma tenía una tensión sexual que se cortaba con tijeras. Bear me miraba con la boca casí cerrada – era tan mono que para mí eras como un os... – no pude terminar de hablar ya que Bear se abalanzó a mis labios

Después de un beso un poco largo y juguetón Bear juntó nuestras frentes y me acarició mis mejillas con sus dos manos

– Me voy a tatuar – afirmó el con certeza

–¿Que dices Bee? – le sonreí

–Me voy a tatuar tu nombre

– ¡Que, como, no puedes!

–Como que no puedo, tengo ya diez tatuajes– me sonrió – si me pongo tu precioso nombre no creo que me pase nada –se separó de mí besando la punta de mi nariz ,se sentó en el filo de la cama y empezó a vestirse.

Yo me fui detrás de él y lo abracé por la espalda en busca de más cariño

– No, me refiero a que si terminaremos que no quiere decir que lo vayamos hacer por que yo te quiero mucho –besé su mejilla – mucho–besé su mejilla– que harías con el

El dejó de atarse los zapatos y me miró

–Por muchas veces que rompamos siempre te voy a querer, eres mi alma gemela y eso no cambiaría por nada puedes matarte que seguiré queriéndote igual – mientras hablaba dejé besos por toda su espalda aún desnuda

El diario de Darcy Tomlison Styles Donde viven las historias. Descúbrelo ahora