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[ cap. 5 ]
ERA HORA DEL ALMUERZO Y JUDE OBLIGÓ A DORIAN A SENTARSE CON ELLA.
—Además, si no te sientas aquí, ¿donde irías? —Jude hablaba mientras caminaba hacia la mesa en la que estaba Artie.
—Mmm no lo se, tal vez a meterme en una trituradora.
Jude soltó una pequeña risa— ¿Qué estuviste haciendo, te todas formas?
Se sentaron, en la mesa estaba Artie, leyendo y comiendo a la vez. Parecía una chica que necesitaba aprobación de todo. Académica. Masculina. Seguramente familiar.
Daba hasta pena.
Dorian respondió—En clase de Literatura.
La amiga de su hermana, Artie, levanto la cabeza de su libro bruscamente— ¿Qué dijiste?
Dorian frunció el ceño levemente— Que estaba en Literatu-
—Ese es el dominio de Adrik. Su trono. Su zona de juego.
Jude tragó saliva al lado de Dorian— Debes salir.
Dorian miró a su hermana— ¿Por qué haría eso?
—Aegan ya odia a Jude, por lo tanto Adrik igual, y tu eres su hermana.
La rubia miró a Artie, levantó las cejas, incitando a la chica a que continúe con su planteamiento.
—¡Por lo tanto te odian a ti!
Jude asintió mientras comía pollo de su bandeja. Dorian rodó su lengua dentro de su boca y habló.
—Creo que me las puedo arreglar, gracias.
Su hermana la miró con el ceño fruncido y le pegó un codazo. Dorian la ignoró.
—¿Y cuales son las otras asignaturas de los Cash? Así esquivo todas. —dijo Jude, pero su amiga no contestó.
Parecía que Artie iba a hablar, pero sus amigos llegaron. Dorian no los conocía personalmente, pero los observo.
La chica tenía trenzas vikingas y piel color caramelo. Claramente tenia dinero, por su forma de moverse, de vestirse y hasta de respirar. El chico, ligeramente bronceado, con pecas en su cara, vestido de una forma excesivamente llamativa para el gusto de Dorian. Y probablemente para el de cualquiera.
—¿Que es todo esto? —preguntó Jude mientras el chico dejaba muchos billetes, un reloj, y otras cosas sobre la mesa
Se puso una mano en la cadera— No tiene sentido que juegues si dejas el premio —se dió vuelta y observó a Dorian, que vestía una remera mangas largas pero corta, de color negra con flores que casi no se veían y unos pantalones negros enormes, los mismos que ayer. Tenía una boina, pero se la había sacado porque era demasiado.
