—¿Que has hecho en un año?¿Que has hecho?¿Y porque no veo ningún tipo de cambio en ti? Te quedaste sola, los amigos que tenías ya no están, dejaste cosas, las abandonaste porque simplemente ya no podías hacer el esfuerzo. Tu aspecto sigue igual, empezaste el año así y lo terminas igual.
>>¿Que me dices de tus proyectos de este año? Los abandonaste también, dejaste tu sueño de muchos años.
>>¿Y tus constantes llantos? ¿No que serías más fuerte?
Aquel reflejo le hablaba y la apuntaba con un dedo, ella solo sonreía porque acababa de mencionar las cosas que habían cambiado, pero no eran cosas malas.
—A pesar de todo, fuí feliz. Dejé un "sueño" que creía que era mi futuro, pero al final solo me estaba aferrando a él por miedo a elegir mi verdadera pasión. Lloré, claro que lloré, pero eso no me hizo ni más fuerte o más débil, me hizo humana. ¿Que clase de persona sería si no pudiera desahogarme? No podría vivir mi vida reprimiendo mis emociones. Me vez igual, pero yo no, he cambiado y no soy la misma persona que inició este año tan caótico. Sé que te sientes orgullosa de mi aunque no lo admitas. Feliz año y deséame suerte para otro año tal vez igual de caótico.