Capitulo 10

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Poco a poco sentí algo correr dentro de mi lengua y boca

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Poco a poco sentí algo correr dentro de mi lengua y boca. No sabía que era, pero las pequeñas gotas que caían lentamente en mis papilas gustativas me hacían desear cada vez más de esa extraña sustancia.

Con cansancio pero haciendo uso de la poca fuerza que aún podía usar, intenté acercar mi boca a la fuente que me daba aquella exquisita y adictiva sustancia con la idea de poder obtener mucho más y sentirme cada vez mejor; no obstante, todos mis intentos por acercarme fueron en vano, al sentir como algo obligaba a mi cabeza a permanecer en esa misma posición, impidiéndome acercarme a la fuente de aquel líquido por cualquier método.

Después de uno que otro inútil intento, deje de intentar acercar mi boca para comenzar a abrir de cada vez más mi mandíbula, dejando mostrar lo alargados y afilados que eran en realidad mis colmillos cuando intentaban perforar o succionar cualquier cosa. Más al intentar hacer eso, de un momento a otro, deje de sentir como las pequeñas gotas caían en mi boca, haciendo que abriera mis ojos de golpe y comenzará a buscar con la mirada la fuente de aquel exquisito y peculiar líquido.

Al abrir de repente mis ojos, noté como Hakuba se encontraba sosteniéndome con firmeza la cabeza mientras que Heiji se encontraba sobre mí manteniéndome inmóvil en el suelo gracias a su peso y fuerza. 

Pensé en hablar un poco y quitarme de encima a este par con una que otra amenaza y mirada asesina, más al estar a punto de recriminar a ambos, noté como Kid me lanzaba una mirada indescifrable desde el otro extremo de la habitación mientras sostenía una de sus manos sobre un trapo viejo, logrando hacerme sentir desnudo e incómodo frente a él por culpa de su extraña mirada.

--Shinichi, ¿Ya estás mejor? --El primero en hablarme fue Hakuba, quien a pesar de verse algo alterado, empezaba poco a poco a dejar de hacer fuerza sobre mi cabeza, haciendo que pudiera despegar ligeramente mi nuca del suelo --. Tuviste un colapso por falta de comida... Demonios, Kudo. Si te sentías tan mal debiste de decirnos.

--Kid te dio algunas gotas de su sangre para ver si ese era el malestar... Y vaya que no se equivocó --Continuo Hattori mientras se quitaba de encima, dándome un poco de espacio --. Nos diste un gran susto cuando te desplomaste al suelo...

Yo en vez de responderle, solo miré dudativo a Hakuba. Por alguna extraña razón aún no lograba quitarme del todo las manos del rubio; las cuales, a pesar de ya no hacer tanta presión en mi cabeza aún continuaban manteniendo el contacto con ella, haciéndome pensar sí era bueno levantarme o quedarme recostado un rato más.

Heiji al notar eso, solo golpeó con ligereza uno de los hombros del grifo en busca de posiblemente intentar hacerlo reaccionar. Cosa que fue bastante útil, ya que logró quitarme de encima sus manos, permitiéndome levantarme del duro, frío y sucio suelo para limpiar mis ropas, a la par que era imitado por esos dos.

Después de una que otra sacudida a mi capucha y parte trasera de mi pantalón, decidí dirigir toda mi atención hacia Kid y disculparme por aquella escena que había hecho cuando me desmayé; pero todo quedó en la punta de mi lengua, al ver como el ojivioleta comenzaba a caminar a un lado de mí en dirección a la única salida del estudio.

⭐Nada es lo que parece⭐Donde viven las historias. Descúbrelo ahora