Hogwarts tenía muchos sitios mágicos donde todo parecía cobrar vida; pero lo verdaderamente sorprendente era el gran comedor, era increíble ver como la nueva generación de magos y brujos se reunían para comer y pasar juntos unos cuantos minutos antes de empezar con su rutina del día.
Las cuatro largas y enormes mesas se encargaban de ser el lugar de comodidad para los alumnos.
La mesa de Ravenclaw era la más callada, aunque si prestabas atención podías escuchar ligeras risas y algunos comentarios que trataban de pasar desapercibidos para los demás, emitiendo una sensación etérea y calma propia de su naturaleza erudita.
La mesa de Hufflepuff literalmente brillaba como un sol, y no debido a su característico color amarillo, el ambiente en esa mesa era hogareño y amable donde todos trataban de relacionarse a pesar de tener sus propios grupos de amigos.
Ver la mesa de los Slytherin era como estar presenciando una reunión elegante donde la clase burguesa se juntaba para hablar de sus problemas, si bien podías verlos siendo fríos y distantes, esa quietud se rompía cuando un tema interesante salía a relucir, los alumnos se enfrascaban en la conversación de forma tan apasionada como si fueran políticos en plena campaña electoral.
Mientras que la mesa de Gryffindor era la más bulliciosa y alegre, los alumnos se reían con fuerza, hablaban con enormes sonrisas en sus rostros y su atención parecía desviarse cada tanto cuando escuchaban algo que les interesaba.
En esta última, el cuarteto más famoso de los últimos años comía entre risas y conversaciones. Peter y James trataban de convencer a Remus para que les ayudara a estudiar para el próximo exámen de transformaciones, el joven licántropo fingía meditarlo mientras se servía más comida, escuchando los múltiples alegatos de sus amigos con cierta diversión aunque era obvio que al final iba a ayudarlos.
Sirius fingía escucharlos y de vez en cuanto soltaba un comentario sarcástico en contra de sus dos amigos; pero su atención estaba puesta en la mesa de las serpientes, desviando la mirada cada tanto, lo que terminó por llamar la atención de sus amigos.
— ¿Canuto? — Llamó James lanzándole una uva a la cabeza de su mejor amigo — ¿Qué tanto estas buscando en la mesa de las serpientes? — Preguntó con una ceja alzada, ignorando la mirada molesta que le dirigió su amigo por el ataque con la fruta.
El único Gryffindor de la familia Black le devolvió el ataque a su amigo con anteojos, aunque este atrapó la uva como si nada para después comérsela con una mirada burlona.
—Hay algo raro— Musitó con una mirada molesta —Hace tres días que Snivellus no aparece—
Peter bebió un poco de su jugo de calabaza para luego hacer una expresión confundida, sin entender porque Sirius estaba tan preocupado por no ver al murciélago de las mazmorras.
— ¿Y?
Sirius giró la cabeza tan rápido, que fue un milagro que no se rompiera el cuello.
— ¿Cómo que "y" Peter? — Preguntó con voz indignada — ¿No les parece extraño? —
—Tal vez esté enfermo— Razonó Remus con voz apaciguadora, tratando de no alterar más a su amigo que siempre parecía estar alerta cuando se trataba de Snape.
—Tal vez tiene viruela de dragón— Comentó James de forma despreocupada, soltando una ligera risa al final.
Ninguno de sus amigos se sorprendió por la falta de empatía, de entre los cuatro, James era el que menos soportaba al Slytherin.
—No deberías preocuparte amigo, en todo caso deberías estar feliz porque hace tres días que no vemos su horrible nariz ganchuda.
Peter soltó una pequeña risa por lo bajo, encontrando divertido el comentario de su amigo, pero Remus frunció los labios con disgusto mientras que Sirius puso los ojos en blanco para volver a ver la mesa de las serpientes.
ESTÁS LEYENDO
Feromonas
FanfictionCuando un mago o bruja está bajo un gran estrés, de forma inconsciente permiten que su lado animal tome el control de su cuerpo en un acto de protegerse de aquello con lo que no puede lidiar. Esto es particularmente peligroso porque el lado animal b...