Por lo general, Severus era de fácil de despertar a diferencia de muchos de sus compañeros, no necesitaba de una alarma o estar más tiempo del necesario en la cama, simplemente abría los ojos y se levantaba. Una habilidad envidiable que le ahorraba mucho tiempo.
Lamentablemente, este no era el caso.
Los ojos negros del Slytherin se abrieron con pesadez, su vista estuvo nublada por unos segundos en los que se sintió sumamente desorientado. Inhaló profundamente, percibiendo el aroma de hierbas medicinales y alguna pócima de limpieza; al fijar su vista en el alto e inmaculado techo, supo que no estaba en la sala común de Slytherin, sino en la enfermería.
— ¿Cómo te sientes?
Al escuchar la suave voz; giró levemente la cabeza para encontrarse con la mirada aliviada de Narcissa.
—Cissy— Pronunció su nombre con cierta calma.
La joven sangre pura estaba sentada a su lado, sujetando su diestra con cuidado. Era... algo nuevo, despertar y ver a alguien preocupadose por él.
— ¿Cómo te sientes? — Preguntó la rubia en un susurro.
—Como si me hubieran lanzado un confundo— Explicó simplemente con el entrecejo fruncido.
Ambos guardaron silencio por un segundo; Severus cerró los ojos intentando recordar que fue lo que había pasado para que terminara en la enfermería. Lo más probable, es que fuera por una mala broma de los merodeadores que terminó saliendo peor de lo esperado.
Malditos merodeadores... Jodido Potter, hipócrita Lupin, patético Pettigrew y estúpido Black.
... Black.... ¿Black? .... ¡BLACK!
Como si hubiera bebido una pócima energizante, Severus se sentó de forma abrupta, sorprendiendo a Narcissa.
—Dime que estoy aquí porque me empujaron por las escaleras.
Ante sus palabras; la Slytherin frunció el ceño con disconformidad. A pesar de tener esa mirada amenazante, eso no quitaba lo hermosa que se veía.
—Si eso hubiera pasado, lo más probable es que te hubieras roto el cuello— Señaló con obviedad.
—Eso sería preferible— Dijo el mago de ojos negros llevando su diestra hacia su entrecejo para masajeárselo.
— ¡Sev! — Exclamó escandalizada la rubia, ignorando que había más alumnos durmiendo en las camas continuas. A veces los comentarios suicidas de su amigo lograban asustarla.
Luego de ver que había molestado a Narcissa con sus palabras, Severus de alguna manera se disculpaba y dejaban el tema olvidado; pero ahora no podía darle el gusto, porque sentía como sus últimos recuerdos le caían como si fuera un balde de agua fría.
—Besé a Black...— Afirmó llevando la cabeza hacia atrás, ocultando sus ojos con su antebrazo derecho. Tenía tantas ganas de llorar, pero no podía hacerlo, no con su amiga presente.
Al escuchar el tono de voz tan triste y herido; Narcissa sintió que su propio corazón dolía, si tuviera su olfato más agudizado, podría notar que las feromonas de su amigo se tornaron amargas.
Elevó su mano para tomar la contraria; haciendo que el Slytherin bajara su brazo, pero apartando la mirada porque no se sentía capaz de ver los ojos grises de Narcissa, sin sentir que podía romperse en cualquier segundo.
—No tuviste alternativa, no si querías que bebiera la pócima adormecedora— Trató de tranquilizar a su amigo.
Fue una sorpresa para todos ver a dos personas que no podía verse sin insultarse, besarse de esa forma; pero antes de que Potter o Lucius hicieran explotar el lugar, madam Pomfrey se hizo cargo de ambos magos inconscientes, mientras que Dumbledore los llevó a todos a su oficina.
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Feromonas
FanfictionCuando un mago o bruja está bajo un gran estrés, de forma inconsciente permiten que su lado animal tome el control de su cuerpo en un acto de protegerse de aquello con lo que no puede lidiar. Esto es particularmente peligroso porque el lado animal b...