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Pagué mis compras y bajamos por la fila de tiendas.
Podía oler algo sabroso incluso desde allí y no pasó mucho tiempo antes de que hubiésemos localizado el epicentro del mercado:
Los carritos de comida.
Había demasiadas opciones para elegir, pero finalmente nos decidimos por un camión de comida cubana que ofrecía los sándwiches más asombrosos.
Una vez que compramos nuestra comida, pasamos las siguientes dos horas caminando de un puesto a otro, deteniéndonos para ver la mayoría de lo que encontramos a medida de que nos íbamos conociendo.
Hablamos sobre el trabajo, la familia, los amigos y todas las cosas que Seok Jin hacía en su tiempo libre.
Yo no tenía mucho que aportar a la conversación en ese momento, pero podría haberlo escuchado hablar sobre los lugares que había recorrido durante horas.
Nunca había estado más allá del centro de Corea, pero Jin había visto la mitad de Europa, y las historias que contaba no eran del tipo que un viajero reunía al ceñirse a la guía programada.
Las experiencias que había tenido me hicieron sentir deseos de seguir su ejemplo.
Mientras caminaba por un área dedicada al café, me di cuenta de lo extraño que era.
Nunca había tenido el menor deseo de arrojar la precaución al viento y saltar en un avión a un país extranjero por mi cuenta.
Pero la forma en la que él lo describió hizo que todo sonara tan aventurero, tan romántico y en ese instante, sentí que tal vez me había estado perdiendo algo toda mi vida.
Tan ridículo como era, incluso venir al mercado nocturno era una aventura para mí.
Era absolutamente patético, pero las ideas que había mantenido la mayor parte de mi vida sobre lo que era seguro, lo que era cómodo, todo había sido desafiado en el lapso de unas pocas horas por un completo desconocido.
– Gracias por convencerme de salir contigo esta noche –dije, más de lo que él nunca podría saber.
– No hubo presión.
– Oh, definitivamente hubo un poco de presión. Pero estoy contento. Este resultó ser un cumpleaños mucho mejor que la mayoría.
Los ojos de Jin se ensancharon.
– ¿Hoy es tu cumpleaños?
No había querido decir eso, pero el gato estaba fuera de la bolsa ahora.
Miré mi reloj.
– Por otros nueve minutos, de todos modos.
– Entonces tenemos nueve minutos para encontrarte un pastel. No puedes tener un cumpleaños sin pastel.
Seok Jin me tomó de la mano y me empujó entre la multitud y de vuelta a los camiones de comida por donde habíamos estado antes.
– Por allí –exclamó Jin, tirando de mí con más fuerza detrás de él.
La multitud era más densa ahora, y apenas me mantenía en pie, sus largas piernas sobrepasaban las mías a través del pavimento, pero cuando pasamos junto a un grupo de adolescentes holgazaneando frente al camión BBQ coreano, vislumbré nuestro destino:
El camión de cupcakes “Life is What You Bake It”.
Junto a él había un gigantesco letrero que se jactaba de haber construido su propio bar de cupcakes, y más allá de eso, una alineación de personas de por lo menos treinta de profundidad.
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✔ ✴Relación Textual✴【NJ | JN】
RandomEl profesor de psicología evolutiva, Kim NamJoon está listo para pasar su cumpleaños de la misma forma que lo hace cada año: Con una buena limpieza dental seguida de un almuerzo junto a su hermano. Pero cuando recibe un mensaje de un número equivo...