✴Capítulo 8✴

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Un pequeño sonido escapó de la garganta de Seok Jin mientras me besaba.

Estaba hambriento y necesitado, pero él mantuvo sus manos para sí mismo.

Yo controlé el beso, comenzando lento al principio, tentativamente, una simple presión de mis labios en los suyos, pero en un latido se volvió algo más.

El aroma del bosque me rodeó, y cuando Jin se abrió para mí, dejándome acariciar mi lengua contra la suya, me perdí en él.

Me moví, necesitando estar cerca de él, y profundizar el beso.

Él sabía bien, a café, pero más dulce, no sabía si sería capaz de pasar por el café cerca de la universidad sin recordar este momento.

Eventualmente, y con gran renuencia, me alejé.

Mi pecho agitado mientras luchaba para llevar aire a mis pulmones, pero mi cuerpo exigía más de él.

– ¿NamJoon? –Seok Jin estaba sin aliento como yo, el sonido jadeante de su voz hizo que mi pecho se contrajera.

Yo hice eso.

Él estaba encendido por mí.

Era embriagador.

– ¿Si?

– ¿Qué fue eso? –no hubo juicio detrás de su pregunta, sólo genuina confusión.

– No lo sé –respondí honestamente, y antes de que pudiera pensarlo mejor, añadí– Pero creo que quiero hacerlo de nuevo.

– ¿Estás absolutamente seguro de que esto es lo que quieres? –su voz sonaba débil.

No necesitaba pensar mi respuesta.

– Esto es lo que quiero.

–Oh, gracias a Dios.

Jin exhaló con fuerza, el aire saliendo ásperamente.

– No he sido capaz de sacarte de mi cabeza, no desde esa primera noche... No tocarte me estaba matando.

Me besó de nuevo, jalándome hacia él mientras su boca cubría la mía.

Atrás quedaron los toques tentativos y besos suaves.

Esto era consumidor totalmente, y estaba desesperado por él.

Era como haber encendido una vela, sólo para descubrir demasiado tarde que era dinamita.

No había modo de apagar la flama ahora, incluso si pudiera, no quería.

Seok Jin era un argumento en favor de la creación divina, todo en él había sido diseñado para hacerme desearlo, y cuando me hizo rodear debajo de él, inmovilizándome sobre la manta con la solidez de su cuerpo, me di cuenta de que nunca había estado tan encendido como en ese momento.

Y aún seguíamos con toda nuestra ropa puesta.

Jin arrastró besos sobre mi mandíbula y acarició mi cuello, sus manos jalando mi camisa al mismo tiempo.

Aire frío acarició mi estómago mientras él chupaba y lamía la suave piel debajo de mi oreja.

Agarré su camisa, reteniéndolo contra mí, sonidos provenían de mí que juraba nunca habían salido de mí antes.

– Estuviste a punto de romperme el corazón cuando me dijiste que no eras gay –susurró, su voz grave en la oscuridad.

Por una fracción de segundo, la pregunta se materializó en mi cabeza.

✔ ✴Relación Textual✴【NJ | JN】Donde viven las historias. Descúbrelo ahora