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El verano estaba llegando a su fin, el comienzo del semestre de otoño sólo a una semana de distancia.
Tenía una semana antes de que volviera oficialmente al trabajo después de las vacaciones, y SeokJin me había dicho que tenía algo especial que mostrarme.
Después de una discusión de quince minutos de pros y contras, logré convencerlo de que una venda no sería necesaria.
Casi cedí.
Él estaba tan emocionado, y su estado de ánimo era contagioso.
El viaje de mi casa a Fremont se sintió como si hubiera durado años.
Encontró un lugar para estacionarse y saltó antes de que yo me hubiera quitado el cinturón de seguridad.
No lo había visto tan emocionado desde que yo había descubierto cómo dar una mamada.
Para el momento en que había conseguido salir del coche, él ya se estaba moviendo, marchando con intención entre un camión y un todoterreno.
Supuse que no íbamos a hacer uso del paso de peatones entonces.
Seguí detrás, trotando para alcanzarlo mientras él corría a través de una rotura en el tráfico.
Cuando llegamos al otro lado, Jin se detuvo frente a una puerta.
Miró a la tinta garabateada en su palma, luego dio vuelta a la puerta antes de abrirla y sostenerla para que yo entrara.
Tomó un momento para que mis ojos se acostumbraran, el sol brillante fuera haciendo trabajar a mis ojos para ver en la luz más tenue del interior.
Cuando miré alrededor, me di cuenta que era diferente a cualquier otro restaurante o salón en el que jamás había estado en.
En una esquina, había una barra con taburetes forrados en cuero marrón oscuro.
El letrero que colgaba por encima de las botellas de licor decía Fitzgerald's, y las paredes que flanqueaban a ambos lados de la barra estaban grabadas con estanterías llenas a rebosar de libros.
Todo el lugar me recordaba un estudio en una antigua casa solariega inglesa, con sillones de orejas colocados alrededor de cada una de las mesas.
Me había esperado de los clientes que fumaran puros y bebieran coñac.
Estaba increíblemente ocupado, y para mi gran sorpresa, SeokJin había hecho una reserva.
Yo aún estaba conmocionado por esa información mientras nos dirigimos a nuestra mesa.
– ¿Qué es este lugar? –pregunté después de la anfitriona nos había sentado.
– Un salón –respondió Jin como si fuera obvio.
Supongo lo era, pero este lugar no era un salón típico.
Era una biblioteca con una barra.
Incluso los cócteles eran de temática literaria:
El Gatsby, El lado del Paraíso, Absolución, y el Crack-Up por nombrar unos.
La camarera vino a tomar nuestra orden, y mientras esperábamos nuestras bebidas, pensé en lo diferente que mi vida se había convertido desde que conocí a SeokJin.
Ese lugar era el polo opuesto del bar donde nos habíamos conocido.
Sólo unos meses antes y me había sentido tan fuera de lugar.
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✔ ✴Relación Textual✴【NJ | JN】
RandomEl profesor de psicología evolutiva, Kim NamJoon está listo para pasar su cumpleaños de la misma forma que lo hace cada año: Con una buena limpieza dental seguida de un almuerzo junto a su hermano. Pero cuando recibe un mensaje de un número equivo...