✴Capítulo 16✴

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– Oh Dios, Jinnie. Maldición, eso se siente tan bien.

SeokJin estaba de rodillas frente a mí, una imagen que se había convertido en una de mis favoritas en las semanas desde que habíamos empezamos a dormir juntos.

Lo que ese hombre podía hacerme con solo su boca...

Estaba encantado cada vez más.

Era domingo y después de una tarde en la noche en el bar literario la noche anterior, Jin había venido a casa conmigo y nos habíamos metido a la cama, donde había acurrucado su cuerpo alrededor del mío y me atrajo cerca.

Siempre dormía mejor cuando SeokJin estaba conmigo, su largo cuerpo comprimiendo el colchón, así que siquiera sin intención consciente, yo pasaba la noche pegado a él.

Había despertado con su boca en mi cuello, su aliento sobre mi piel, y el sonido de su voz en mi oído.

No había tomado más que minutos antes de que estuviera dentro de mí, golpeando contra mí, calificándome con la forma en que se movía sobre mí, dentro de mí.

Era la mejor manera de despertar y que se había convertido en nuestra rutina en las semanas anteriores.

Los sábados eran de series y sándwiches de aguacate.

Los domingos por la mañana eran de maratón de sexo con Jin.

Mi miembro estaba enterrado en la garganta de SeokJin, mis ojos rodando mientras su dedo en rodeaba mi agujero.

La cosa de estar con Jin era que nada era predecible.

Cada vez que teníamos sexo, se sentía como una nueva experiencia, pero había una cosa con la que podía contar, y eso era por lo menos un orgasmo que partiría mi mundo en dos.

Apreté mis manos en su cabello de la forma que a él le gustaba, mis caderas azotándose hacia delante mientras me succionaba hasta olvidé en qué planeta estábamos.

Su lengua trabajó alrededor de mi punta cada vez que se retiraba, y su dedo resbaladizo empujaba dentro para llenarme.

Cuando tomó hasta dentro, gemí, su nombre retumbando desde el fondo de mi pecho.

– ¿NamJoonie? ¿Estás en casa? –una voz llamó desde la sala de estar.

SeokJin se quitó, sus labios estaban rojos e hinchados mientras me miraba con ojos ensanchados.

– Mierda –respiré– Jackson...

Jin se echó hacia atrás, sentándose sobre sus talones.

Su pecho estaba cubierto de sudor, y su miembro todavía estaba envuelto en su puño.

Dejó caer su mano a un lado y se puso de pie, presionando un beso rápido en mis labios.

– Ve. Guardaré silencio y esperaré aquí por ti.

Mi cerebro estaba corriendo por delante de mí, analizando los posibles resultados de este escenario.

Asentí sin comprender y agarré los pantalones más cercano, poniéndomelos en antes de salir a ver a Jackson.

– ¿Qué estás haciendo aquí?

– Traje a sus herramientas de vuelta –levantó la caja roja metálica que no había visto en meses mientras se agachaba, tratando de mirar alrededor de mí– ¿Tienes compañía?

Asentí.

En ese momento, tenía que tomar una decisión.

Podría seguir mintiéndole a mi hermano sobre el hombre del que estaba enamorado, o podría sincerarme y dejar reproducir la escena como era.

✔ ✴Relación Textual✴【NJ | JN】Donde viven las historias. Descúbrelo ahora