𝟔 "𝐀𝐮𝐬𝐞𝐧𝐜𝐢𝐚 𝐩𝐫𝐞𝐬𝐞𝐧𝐭𝐞"

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Viernes 15 de octubre

Nadie esta a salvo, todos tenemos miedos, nos aterra algo que siempre evitamos, pero que siempre esta en nuestra vida cotidiana o en las peores pesadillas, necesitamos sentirnos seguros, pero realmente somos tan absurdamente vulnerables

En estos días me la he pasado increíble en la compañía de Daniel, tenerlo aquí me da alivio, un pedacito de casa, el estuvo aprendiendo un poco de francés, y lo hemos ayudado con la pronunciación, George lo trajo para que vea el funcionamiento de su empresa, el será el contador de la empresa que esta en México, me alegro demasiado al verlo progresar, aun que me pongo un poco triste al saber que Julio ya no esta trabajando en la cafetería, se ha sentido lo suficientemente cansado como para continuar trabajando

A penas va iniciando el día, pero no tengo mi primera clase, así que decido pasar a la biblioteca, casi vacía, me pongo a recorrer los estantes, vacilando entre libros, me acerco a Cécile al visualizarla, le agradezco por todas las lecturas sobre feminismo que me ha recomendado, son realmente buenas, comentamos sobre otros libros, caminamos hacia otro estante buscando otra buena lectura para compartir, pero vemos una escena no tan agradable

—¿Qué te pasa fenómeno?, ¿No te defenderás? — cuatro chicas le dicen a otra que esta sentada cabizbaja

—Ya basta, no les he hecho nada— dice levantándose— Enserio ya basta

—O si no, ¿Qué?

Bueno, algo dentro de mí me decía que me acercara al dar dos pasos sentí a Cécile detenerme— Nos meteremos en problemas, pero te acompaño— me dice sonriente

Ambas nos acercamos—¿algún problema? — le preguntamos a la chica, ella asiente

—¿Te tienen que defender?, ¿Qué edad tienes? ¿4? —Odio muchas cosas en esta vida, una de ellas, es a las personas que humillan a otras por simple "diversión" —Y ustedes no se metan

—Bueno, no es como que sea muy justo 4 contra 1— dice Cécile

—Métanse en sus propios asuntos

—¿Quién te dijo que este no es mi asunto? — replico con seriedad

—Mejor regrésate de donde vienes, maldita mugrosa — vocifera acercándose, pone su dedo sobre mí, señalándome

—Si me sigues tocando te rompo la nariz — le advierto irritada

—Te quiero ver, para poder partirte esa cara de india

En eso ya no se si ofenderme por su sobrante de ignorancia o reírme, realmente eso no es un insulto y si supiera un poco más, tal vez sabría que mis orígenes son de los indígenas, no de los indios y si lo fueran tampoco me ofendería

Le tuerzo los ojos, ella no me a quitado su dedo de encima, así que la empujo levemente, sus amigas intentan dar un paso en frente, pero ella las detiene, se vuelve ante mí, le alzo una ceja, la reto con la mirada y cuando menos lo tono me da una bofetada, realmente dolorosa, volteo la cara ante el impacto, siento más dolor en el labio, paso mi mano derecha con el guante negro sobre este, hay unas gotas de sangre, sonrió ante la escena, y con la misma mano, antes de bajarla, la cierro, y con mi puño impacto sobre su perfecta nariz, ella se tambalea, ve al suelo donde cae el chorro de sangre, proveniente de ella—Te arrepentirás maldita mugrosa— me reprocha antes de salir apresuradamente

Nos presentamos, es Adelaide, compartimos algunas clases las tres, Ade nos cuenta que esa chica es una chica un año mayor, Jade, al parecer disfruta de molestar a las demás, ellas se preocupan por mi labio y les digo que esta bien, recibo una llamada de Carlos, me dice que ya casi acaba su clase y que nos veamos en la cafetería, me despido de las chicas, solo por un momento porque la clase que sigue nos toca juntas, me dirijo a la cafetería, en el camino me tomo una foto y la mando al grupo que tengo con mis amigos, dudo en si ir primero al baño a curarme, me lamento no tener a mi madre, ella siempre me obligaba a ir con muchas cosas de emergencia en la mochila, pero ahora no es así, bueno, no en exceso, solo tengo una venda, una gasa y agua oxigenada, y todo lo necesito, de igual manera me dirijo a la cafetería, me siento en una mesa vacía, saco la gasa y el agua oxigenada de la mochila

No somos nosotrosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora