Peor

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Observo a Jaith caminar a un lado de Will, el gemelo menor, mientras le da consejos acerca de como ligar y no puedo evitar reírme por la clase de cosas que está escuchando el chico de ojos azules por parte de Jaith. Palabras y consejos demasiado insulsos para un chico tan inocente como Will. Y aun así, no puedo contener la risa que sale suavemente por mi boca.

—Después de eso la invitas a la feria o a la Arcade y listo...

Pero, yo no estoy muy seguro de seguir ninguno de los consejos del chico al pie de la letra. Por simple inercia comienzo a cantar cuando escucho la melodía de una canción muy conocida salir de una guitarra junto al salón de música.

—Just how fast the night changes, — es lo que sale de mis labios sin si quiera darme cuenta.

Siento la mirada de algunas chicas sobre nosotros, asi que pienso que Jaith está haciendo un mal trabajo y sigo cantando, como si eso fuera lo mas natural del mundo. Realmente, no me interesa lo que nadie quiera pensar.

—Creo que vas muy rápido, Jaith, — escucho decir a Will.

—Con las chicas nunca se va demasiado lento, mi amigo.

—¿Qué opinas tú Zareck? — escucho a Will.

Me enconjo de hombros porque realmente no lo sé. Sólo tengo quince años y he rechazado a más chicas que la cantidad de velas que me pondrán el año entrante en mi torta de cumpleaños.

—En lo personal, no me interesa.

Sin embargo, la chica que Cal me presentó en ayer se veía realmente linda. Quizá, más que linda.

—¿Y qué hay con la rubia esta? — escucho a Jaith. — ¿No es tu novia?

Arqueó una ceja y lo miro, mientras me cruzo de brazos y digo la verdad:

—No lo es.

—Pero, te gusta, — dice Will.

¿Estaba de su lado o no?

—Sólo me gusta pasar tiempo con ella.

—Pues en teoría da lo mismo, amigo, — me dice Jaith, plasmando una sonrisa de ganador en sus labios.

—No da lo mismo porque ella es mi amiga, — le digo seguro de mis palabras.

—Ahora se llaman "Amigos." 

Escucho la risotada de Will al comprender perfectamente bien el comentario de Jaith. Mi amigo rubio había sido corrompido por las palabras de Jaith... En tiempo record.

—Sólo somos amigos, — y no tengo de otra más que rodar los ojos.

—¿A dónde es que ibamos? — pregunta Jaith.

¿Por qué soy amigo de estos idiotas? — y una carcajada alegre escapa en mi mente.

—A la biblioteca, — le respondo a Jaith.

—Nadie va a la biblioteca, Zareck, — me dice Will.

—Pues yo sí voy, — afirmo de inmediato.

—¿A hacer qué? — me pregunta el gemelo.

—A buscar libros para la tarea de historia.

—Nadie usa esos libros ya, — me responde de nuevo.

—¿Quién dice que va a buscar libros? — pregunta Jaith y siento como la sangre de mi cuerpo se está acumulando violentamente en mis mejillas. — Va a espiar a una chica muy bonita.

¡Joder!

—¿No te cabreas, Jaith? — le pregunto, reanudando mi marcha.

—Mi buen amigo, eso no lo puedes ocultar.

Claro que no. Estaba seguro que ni si quiera las plantas de todo Reino Unido lo ayudarían a esconder ese sentimiento de fascinación que había ganado por una chica que siempre estaba en la biblioteca.

Y para su mala suerte, ahora que Jaith lo sabía, sería como vivir en mitad del infierno.

—Muévanse que no tengo todo el día, — les digo y siento mi teléfono vibrar.

Lo saco del bolsillo de mi pantalón y veo un mensaje de un número privado.

*Me encantaría robarte la virginidad, de una forma tan violenta que estoy segura jamás olvidarás.*

Borro el mensaje y sigo caminando a la biblioteca... Este es el segundo día. Sin mencionar que tengo otras personas sobre mí que ya hacen de mi vida un completo infierno.





Memorias De Un PsicopataDonde viven las historias. Descúbrelo ahora