Segunda Temporada de: ¿Acaso.. eres tú?
Prólogo....
- Luego de la tediosa y dramática historia de Rosalie Finley, o, más conocida como Rosie, y Libardo Isaza, seguidamente da inicio el momento más feliz e esperado de los dos.. su matrimonio, el día...
Esta mañana... estaba tan cansada tanto físicamente como emocionalmente, mis ojos adoloridos no lograban permanecer un solo segundo abiertos, anoche no descanse lo suficiente apesar del agotamiento que sentía en mí, ¿quién lo haría?, quién en su sano juicio dormiría con toda paz y tranquilidad luego de enterarse y recibir la despreciable noticia de que la persona que más amas falleció.. y lo peor de todo, es el saber que no lograste hacer nada por salvar su vida... estuve analizando mucho las cosas y he decidido que por mi propia cuenta debo buscar quién es el culpable, quién fue el maldito sin corazón ni sentimientos que asesinó a Libardo y me lo arrebató de mis brazos... así me cueste la vida, así tenga que entregar mi alma.
Eran las 12:00 de la tarde, con toda la voluntad de mi alma me levanté de la cama, mi cuerpo se encontraba tan débil, tan destrozado, que el término fuerzas no era algo que sentía en esos instantes, tan siquiera lograba mover mis brazos, mis piernas temblaban, no reaccionaban a mis intentos de colocarme de pie, sé perfectamente que hace sol pero sentía mucho frío recorrer mi cuerpo, los niños para mi buena suerte ya se encontraban despiertos, dejando observar e admirar sus hermosos ojitos negros, esos que me recordaban a mi amado, esos que me miraban sin cesar, los tomé entre mis brazos, los lleve hacia el baño y les di una ducha con agua tibia, les coloque un poco de su crema humectante, su pequeño pañal, cepille su suave y delicado cabello, aunque no tuvieran mucho.
Por último complementé con sus pequeñas medias, no les coloque zapatos, ¿para qué?, los acosté en el coche, me encaminé al clóset a tomar un short y un chaleco color celeste pastel, un top blanco y unas tenis blancas, una combinación que siempre me ha agradado desde que era pequeña, me adentré a la ducha y me di un baño con agua no muy fría, bajo la ducha, bajo el agua que caía en mi cabeza y corría por mi cuerpo... volví a llorar tan solo un poco .. se que pensarán que soy una mimada llorona y que debo superarlo tarde o temprano, pero en verdad fue algo que impactó duramente en mi vida, en mi corazón, y el dolor que siento en mi pecho es inmenso:
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Pensé seriamente en maquillarme, mis manos temblaban, sudaban, di un vistazo a mis rostro, llegué a conclusión de que debía hacerlo, mis ojos se encontraban rojos como si la droga fuera mi alimento día a día, estaban hinchados de tanto haber llorado, las ojeras se notaban a simple vista, agregué algo de crema humectante a mi rostro.. al menos para verlo hidratado y no parecer un muerto viviente, añadí corrector para disimular las inmensas ojeras, lo que daría porque todo esto fuera una desagradable pesadilla, me hice una coleta alta dejando unos delgados mechones de cabello que caían a los lados de mi rostro, asimismo las ganas de peinarme el día de hoy simplemente no existían... aún así.. no pienso salir como una loca desquiciada a la calle.. me coloque un poco de perfume, algo completamente nuevo que me ayude a olvidar por un tiempo todo lo acontecido, procedí a empacar lo más rápido posible, ya era tarde y supongo que los chicos deben estar esperando desesperadamente una llamada o un mensaje de mi parte.
