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Tomás no era ningún tonto, por lo menos no del todo, sabía que lo íbamos a ir a buscar y le copias de las cartas que le mandaba a Ignacio a los noticieros, los cuales no tardaron en inflar la notícia e inventar estupideces, me chupaba bastante un huevo por mi, pero a Matías podía traerle muchos problemas y no pienso dejar que eso pase.

— L: te voy a contar lo que vas a hacer —dije agarrandolo del pelo para que me mire, tenía toda la cara moretoneada y con varios cortes— vas a hablar adelante de la camarita y decir que todo era mentira, que lo inventaste para tener atención.

— C.r.o: no creo —susurró— no me gusta mentir

Mire a Enzo y le hice una seña, me alcanzó la pistola y se fue cerrando la puerta. Le apunte a la cabeza y se puso a gritarme que era un hijo de puta, que nunca me quiso, que era un trolo de mierda y bla bla bla, me estaba hartando.

— Tiago: ¡Mauro! —gritó entrando— Matías esta hablando

Me dio un celular, un noticiero estaba mostrando a Matías hablar desde las oficinas donde trabaja, sonreí al verlo, le quedan tan bien las camisas.

L: toma cuidalo —dije dándole el arma a Tiago— si se hace el vivo dormilo, las flores están en la mesa.

Fui hasta el living y me senté en el sillón,  quería ver que decía, no creo que me declare su amor pero estaba emocionado.

— E: no tengo relación de ningún tipo con el sospechoso —dijo serio— me repugna que me involucren con tal criminal y loco, estamos trabajando día y noche para capturarlo a él y a su gente y enfrentarlos a la justicia

Finalizó la entrevista y deje caer el celular al piso, sentía un fuerte dolor en el pecho y me sentía aturdido, ¿me tenía asco? ¿Piensa que estoy loco?

¿De verdad no me ama?

PELIGROSO ― litcko [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora