Me estaba empezando a hartar, no era ni las diez de la mañana y ya estábamos en otra escena del crimen, esta vez en un banco cerca de nuestras oficinas, esto ya era el colmo, todos nos miraban como a inútiles porque literalmente era imposible que hayan hecho todo este desastre sin que nos enteraramos al toqué. Medio millón de dólares en efectivo fueron robados, al igual que joyas y otros objetos de valor los cuales todavía estamos intentando averiguar su precio exacto, ventanas rotas, paredes graffiteadas, gente atada y los tres guardias se seguridad amordazados, parecía una película de terror. Había una carta pegada en la frente de uno de estos guardias, denuevo hoja negra y tinta fucsia neón. Además de lo escrito había un anillo de diamantes."Para vos papi, tus manos tatuadas ya son muy lindas de por si pero sentía que algo les faltaba, de verdad te extraño mucho pero te prometo que pronto me vas a veren vivo y en directo”
Solté una risa y me guarde el anillo en el bolsillo al igual que la carta, seguía sin entender como habían destrozado todo en tan poco tiempo.
― N: una testigo afirma que uno de los ladrones le robo un vestido que se había comprado este mismo día, unos tacones negros y sus anteojos de sol ―dijo y la mire confundido― no quiere dar descripción del sospechoso, a duras penas logre que dijera algo
― V: nadie va a declarar, están aterrados ―dijo― ¿para que los tacos y el vestido? No hay mujeres en su grupo
― P: quizás van a integrar a una ―dijo―
― E: o alguno de ellos los va a usar ―dije, Valentín lo negó al toqué pero era la posibilidad más creible― no creo que metan a alguien nuevo, ya sabemos que hay que pasar mil pruebas para ganarte la confianza de Lit killah, es poco probable
Cada vez me lo haces más difícil mi amor.