Fire Emblem: The Dragon Seal

0.5 - Amor de madre

Paso la media hora y los preparativos de Slowt para hacer el ritual están listos. Con dos camas para que reposen los que harán el ritual, una esfera en un altar junto a un libro escrito en lengua que solo un dragón antiguo entendía y por último, una daga de oro con el mango hecho de cristal que es el recipiente en donde se colocara la vida de Ninian para dársela a Roy.

Con todo listo para el ritual, Slowt llama a cualquier miembro del castillo para avisarle a la dama y a los demás, que el ritual está preparado para ser ejecutado.

—Señor mago... ¿Me llamo? — pregunto Merlinius entrando a la sala.

—Dígale a Lady Ninian que está listo los preparativos, tiene que apurarse, el tiempo es vida para el nene— dijo Slowt haciendo que Merlinius se dirija directo hacia donde esta Ninian.

Ninian estaba en la habitación pensando que tal vez su vida aunque no fue la mejor, cree que será lo ideal para todos los que conoce y que así evitaría más problemas de los que hallan en el futuro. En ese momento, por la puerta llega Eliwood, con una cara de agonía y tristeza que nunca se había visto desde que murió su padre, el anterior marqués de Pherae: Elbert.

—Ninian... ¿estás segura de tu decisión? — pregunto Eliwood a su mujer, quien ella afirmó con la cabeza mientras trata de evitar mirar a los ojos de su amor.

Eliwood quería intentar poder decir una palabra o cualquier cosa relacionado con el tema, pero no podía hacerlo, no tenía la fuerza, la postura, el ánimo ni las palabras para poder decir algo tanto en contra como a favor del ritual. Ninian sentía el dolor de su esposo ante su decisión, además de que recordaba las palabras de Lyndis durante la ceremonia de su matrimonio con el recién nombrado marqués Eliwood. Lyndis (Lyn) le comentaba del inmenso dolor que sufrió Eliwood cuando se dio cuenta de que el dragón que había matado con la Durandal hace bastante tiempo era Ninian. Un dolor que él juró por su vida que no lo repetiría, después de ver el daño que le genero la muerte de su padre y la muerte de su amada.

Ahora la historia se va a volver a repetir en cierto sentido, Ninian dará su vida y será ahora parte de la vida de su hijo del cual el marqués no pudo proteger.

—Eliwood... — dijo Ninian dando la vuelta a ver a su esposo que estaba en frente de ella, con la agonía en su mente y la desesperación en su máximo esplendor, ella se acerca y con su mano le levanta la cara para ver por unos momentos aquellos ojos azules de su esposo llenos de tristeza.

—No te culpes más, amor..., tú y yo sabíamos que yo no duraría mucho en este mundo y tal vez fue algo en lo que Nils sabía desde el principio. Y de verdad, me hubiera gustado ver a mi hijo crecer y darle todo mi cariño, pero... — las lágrimas de Ninian se hicieron notar con más fuerza mientras trasmitía las palabras a su esposo. En ese momento Eliwood toma la mano de su esposa, se le acerca a su boca y con toda ternura lo besa.

—Ninian..., a estas alturas sé que no podre verte más y esta vez será definitivo, pero en el fondo estoy algo tranquilo... — le decía Eliwood a su esposa mientras se acercaba lentamente y la miraba a sus hermosos ojos anaranjados.

—Estoy tranquilo porque sé que no estarás muerta, sino que vivirás dentro de Roy, de nuestro querido hijo. Y eso significa que aún no te he perdido — dijo Eliwood mientras sus lágrimas salían de sus ojos a igual que de su pareja.

—Lord...Eliwood... — lloraba Ninian ante las palabras de Eliwood, la tensión del momento y el tiempo que pasaba rápido hicieron que el amor entre la pareja se fortaleciera aún más mientras sus labios decidieron juntarse una vez más para el último adiós.

—Te amo Ninian

—Yo igual te amo, lord Eliwood

Después de unos segundos, se escucha que alguien toca la puerta.