06 - La princesa de Bern y el peligro inminente

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Todo ha salido de una manera rápida e inesperada por parte de todos los oficiales y del alto mando del ejército de Pherae. El ambiente se puso incómodo dando una sensación agria a Ellen quien miraba a su señora con mucha determinación observando a los oficiales de Pherae atónitos y sorprendidos.

—No... no... no puede ser — decía apenas Hilary.

—Esto debe ser una broma — decía extrañamente Marcus.

—No es una broma, su elegante ropa y accesorios lo demuestra, es alguien de la clase alta — decía Bors fijándose en la vestimenta de la prisionera.

—¡Pero nadie jamás, pensó que ella sería...! — decía Hilary acelerada siendo continuada por Roy que seguía impactado.

—La mismísima princesa de Bern: "Guinevere"

—Esa misma— decía Guinvere de una forma dulce, pero deprimente que solo lo ha sentido el líder del ejército de Pherae.

—Qué... qué... ¡¿qué?! ¡¿qué planeas hacer?! ¡¿atacarnos?! — explotó Merlinius rompiendo el momento y aumentando más la tensión.

—Merlinius, espera un segundo... — decía Bors tratando de calmar al consejero quien se dirigía a Roy.

—Amo Roy, disculpe mi intromisión, pero esto parece que... — decía Merlinius cuando Roy seriamente le dijo:

—Merlinius, me da un momento a solas con ella ¿por favor? — las palabras serias de Roy hicieron que el consejero molesto cumpliera su orden.

—Hmpf, muy bien, como usted desee — decía Merlinius retirándose de la sala.

—Con su permiso mi lord — decía Marcus llevándose a los demás afuera de la sala, quedando solo Roy y Guinevere en la sala. Una vez que se retiraron, Guinevere se sentó en un sillón cercano a la pared mientras Roy seguía parado.

—De verdad... ¿usted es la princesa de Bern? — decía Roy siendo afirmado por ella.

—Realmente... esa vestimenta, la bella joyería y ese aire noble que irradia de su persona, son de un alto estatus social y no dudaría de ello, pero... — decía Roy cuando recuerda las palabras de Ellen antes del combate contra Bern.

—Algo aquí no me cuadra, Ellen dijo que usted quería ver a alguien de Lycia ¿verdad? — pregunto Roy a Guinevere.

—Correcto — respondió ella.

—Pero... ¿por qué, si eres la princesa de Bern? — volvió a preguntar el joven cuando los ojos entristecidos de Guinevere revelan su posición en el conflicto.

—Quería hablar con alguien de Lycia, para terminar la guerra de manera pacífica y evitar más conflictos — dijo Guinvere decisiva. Roy pudo sentir y ver que la princesa no mentía, pero la realidad decía otra cosa.

—Pero... tu hermano: el rey Zephiel, comenzó esta guerra... ¿no está en tú poder detenerlo? — decía Roy cuando ella bajó la cabeza solemnemente.

—Yo... de verdad, quiero detenerlo, no... — decía Guinevere cuando se levanta del sillón, observando al joven y conteniendo sus emociones termina su frase:

—Mi hermano, debe ser detenido

Roy captó perfectamente el mensaje de Guinevere quien emitía de su rostro rabia, tristeza y culpa al mismo tiempo. El heredero del trono de Pherae sabía que no tenía muchas opciones sobre el asunto y tal vez no sea del agrado de todos, pero tampoco quería dejar sola a Guinevere. Después de un buen rato pensando, finalmente dijo:

—Entiendo su situación princesa, pero en mi decisión ahora está muy en duda con mis conocimientos, pero permítame a que se una a nosotros y hablaremos con lord Hector sobre este asunto en Araphen — la respuesta de Roy, hizo que la joven princesa rebosará de esperanza en su corazón.

Fire Emblem: The Dragon SealDonde viven las historias. Descúbrelo ahora