Capítulo 31

961 38 11
                                    

Después de limpiar todos los trastes y guardarlos en las gavetas, la pareja decidió volver al balcón junto con postres y unas tazas de café. Se sentaron en uno de los sofás viendo el atardecer, el sol poco a poco se iba ocultando en el horizonte pintando de distintos matices el cielo. Scarlett le dio un bocado al pastel, como una forma de distraerse. No le gustaba contarle asuntos de su pasado a otras personas, en especial a Allen, eran temas muy sensibles para ella. Sincerarse era un gran paso para ella, no todos conocían su historia, y tampoco deseaba que lo hicieran.

— Si no estás lista para decirme no hay ningún problema, podemos dejarlo para otra ocasión — dijo entrelazando su mano con la de ella — Siempre será cuando lo decidas

— Esta bien, solo que hay cosas que aún me cuestan procesar — dio una larga respiración y soltó — Nací un nueve de abril por la noche, mi nacimiento era muy esperado por mis padres. Era la primera hija y una nueva generación de nuestra familia. Todos estaban muy emocionados por mi llegada, bueno así lo cuenta mi madre. Mi vida transcurrió de manera tranquila, conforme pasaron los años nacieron mis primos y por último Adrik. Cuando cumplí los ocho años, justo para ese año, sucedió algo que marcó mi infancia. Regresaba de la escuela con dos de mis guardaespaldas de más confianza Andréi e Iván, prácticamente ellos me habían visto crecer. Además, de otro grupo de hombres custodiándonos por los lados. Todo el camino iba muy bien, pero un par de autos nos cerraron el paso. Había varios carros delante y detrás, tratamos de escapar de ellos, pero les dieron a las llantas y tuvimos que bajar del carro y correr. Estaba tan asustada que habían escondido mi cara en el hombro de uno de ellos. Para despistarlos nos dividimos en dos grupos mientras hacían tiempo para detenerlos en lo que llegaba mi padre. Ellos lideraban a los hombres, así que mientras un grupo nos defendía, el otro huía. Sin embargo, empezaron a superarnos en número, cada vez llegaban más — apretó la mano del joven tratando de alejar esa sensación, ese sudor frío que recorría su cuerpo. Ya no estaba en esa época, ya no era una niña — Empezaron a abatirlos uno por uno, hasta que redujeron el número. Uno de ellos me escondió mientras trataba de distraer al enemigo. Me hizo prometerle que no saldría ni haría ni harían ningún ruido mientras regresaba. Le supliqué que no me dejará sola, que se quedará conmigo, que así estaríamos seguros hasta que venía papá. Él solo me acarició la cabeza y se despidió de mí — sus ojos comenzaron a picarle y trató de parpadear para espantarlo — Estaba tan asustada que lloraba y temblaba en ese agujero. Trataba de ver si ya se habían ido cuando aparecieron esos hombres junto con Iván. Le estaban apuntando justo en la cabeza amenazándolo para que confesará en qué lugar me había escondido. Él se negó a contestar y le dispararon en sus piernas, aun así, el no dijo nada, estaba preparado para morir por mí. Pero yo no estaba lista para verlo morir así que salí de mi escondite y les rogué que no lo matarán, yo iría voluntariamente con ellos. Me inyectaron algo en ese momento y lo último que vi fue a Iván gritar mi nombre. Después de eso no recuerdo nada hasta que desperté en una habitación oscura. No sé cuánto tiempo estuve ahí, estaba tan asustada que simplemente lloraba porque mamá y papá vinieran por mí. No sabía dónde estaba, las únicas veces que podía ver la luz era cuando tenía que comer o ir al baño. Después me dejaban encerrada en esa solitaria habitación. No sé cuántos días pasaron que estuve encerrada que me dejaron salir, caminaba por todo ese lugar sin dejar que me vean. Ese lugar parecía ser una ciudad subterránea, pasaban todo tipo de cosas ahí abajo. Llegué a un punto en que tuve que guardarme mis miedos para poder sobrevivir, los hombres que me custodiaban eran muy irresponsables y pasaban todo el tiempo bebiendo. Así que tenía lo que podía llamarse una libertad limitada para explorar ese lugar. No tarde en darme cuenta que no estaba en simple escondite, era más bien una ciudad subterránea. Estaba lleno de bares, prostíbulos, strip clubs, peleas callejeras y peleas de perro. Todo lo ilegal y que pudiera infringir cualquier ley estaba ahí. Tuve que recorrer todo para poder crear un mapa en mi cabeza si es que quería salir de ahí. Después de varios días descubrí la salida y la entrada de ese lugar. La puerta de la custodiada por un grupo de hombres armados y muy musculosos. Sin embargo, no creí que ese fuera la única salida, porque en caso de que hubiera una emergencia debía de haber una salida. Peine lugar tantas veces que podría decirte que había en cada espacio. Durante mis recorridos hice algunas amistades, eres la única niña ahí que tenían secuestrada de tantas personas.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Apr 25, 2022 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Tú eres Mío Donde viven las historias. Descúbrelo ahora