Tú eres Mío

Capítulo 9

Sergei en multimedia

Capítulo 9

Ambos jóvenes estaban tumbados sobre la cama. Ninguno de los dos se quitaba la mirada de encima. Estaban tan ensimismados en ellos que no se dieron cuenta cuál era el punto importante de estar en la cama. Scarlett fue la primera en decir algo para romper el ambiente.
— Sabes que sé te será difícil quitarme este vestido — sonrió la castaña divertida — Sería mucho más fácil que me lo quite yo. Me ha encantado tanto que no quiero que lo destruyas
—Ahora eres tú la que está retrasando nuestra noche — respondió malhumorado levantándose de la cama primero y ayudando a la castaña a levantarse
— Es lo mínimo después de que me hayas hecho esperarte por meses. Si hubiera seguido esperando lo más seguro es que me hubieran salido telarañas ahí abajo
El chico dejó escapar una fuerte carcajada por el comentario de la chica, pero dejó de reír cuando escucho el sonido del cierre. Su mirada se dirigió a la chica que aún tenía puesto el seductor vestido rojo que lo estuvo tentando toda la noche y que tenía ganas de romper. Su mano le estaba picando por la ansiedad de poder tocar su piel.
—¿Qué? ¿Acaso creías que me lo quitaría así de rápido? Aún no veo nada de piel como para que me sienta motiva a sacarme la ropa querido — sonrió
El joven dejó escapar una maldición y empezó por dejar caer el saco al suelo. Como esto del desviste se había convertido en una guerra. Se desabotonó la camisa lentamente provocando a la castaña.
— No sigo viendo nada — dijo Scarlett con voz cantarina — Aún tienes mucha ropa
— Ya voy, soy el único que tiene más ropa — respondió, se quitó los gemelos de ambas mangas y los dejo sobre el tocador. La camisa lo dejó sobre uno de los sofás dejando su pecho al descubierto provocando que la mayor se mordiera el labio de manera seductora
— Aún faltan los zapatos y el pantalón querido — repuso

— Maldita ropa. Me vengaré de esto cuando te tenga desnuda debajo de mí — comento desesperado por desvestirse — No cantes victoria tan rápido

— Palabras...palabras...— tarareo divertida acercándose y contoneándose hacia él — Caramelos...ya no quiero más...— siguió cantando sin despegar su mirada de él — La luna y los grillos...normalmente desvelan mi noche...— rodeo al joven sonriendo ampliamente y con su dedo lo empujó hacia la cama — Pero yo quiero dormir soñando...con ese hombre que sepa sentir...— Allen cayó de lleno sobre la cama — Que no hable tanto...y sepa amarme al fin...— dejó que el vestido se deslizara por su cuerpo revelando su ropa de encaje negro provocativo.

Scarlett gateó sobre el cuerpo del menor hasta quedar sentada sobre su miembro. Sonrió arrogante al ver que tenía el control de la situación. Acercó su rostro al arco del cuello pasándole su lengua por toda su longitud para terminar en una mordida juguetona. Empezó a sentir un leve bulto que crecía debajo de su intimidad.

— Alguien parece muy emocionado — sonrió de lado

—¡Oh cállate! — exclamó avergonzado

— Que lindo — rio suavemente

— Deja de decir esas cosas que vergüenza ya estamos en esto y te aprovechas de mi inocencia — dijo cubriéndose con sus palmas su rostro — Posiblemente vaya a morir virgen

— Tú lo has dicho es probable — dijo apoyando sus codos en el torso de joven para después apoyar su rostro en sus manos — Yo estoy aquí no te angusties — empezó a dibujar círculos con su dedo — Querido vas a seguir rojo o vas a tomarme

— ¡Oh Dios mío! Que voy a hacer contigo... ¡Bien tú lo quisiste!

De un rápido movimiento el menor cambio de posición con la castaña. Scarlett terminó bajo el cuerpo de Allen quien se apoyaba en sus manos para no aplastarla. Miraba sorprendida ante la acción tan avezada del castaño. Una idea surgió por su mente.