Capítulo 3.

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La verdad era que para Taeyong en este momento todo era incómodo, el silencio que había era incómodo, el ambiente era incómodo, él estaba incómodo porque sentía que el joven Jeong iba incómodo pero realmente estaba muy agradecido, no sabía cómo iba a pagarle y compensar lo que hizo.

Las puertas del ascensor se abrieron y Taeyong solo siguió los pasos del más alto, no sabía que hacer si hablar, no hablar, no sabía si lo iba a incomodar o como iba a reaccionar así que decidió quedarse callado y seguirle el paso.

El más alto abrió la puerta de lo que parecía la habitación y ambos entraron.

—Si quieres ve a bañarte ya que sigues mojado y goteas el suelo.

Taeyong asintió y pues tenía razón, lo mejor era cambiarse y bañarse si no, se enfermaría, esperaba que no fuera muy tarde además que estaba bastante apenado de estar mojando el suelo.

—S-Si, gracias.

—El baño es la segunda puerta. —La señaló y solo desapareció entre el pasillo.

Taeyong pudo respirar con tranquilidad, sentía que el ambiente estaba tenso, así que para no molestar más se dirigió al baño con su maletín de espalda dónde llevaba un poco de ropa, pues su mamá y hermana lo estaban apresurando en que se fuera y no pudo llevarse todo lo que quería.

El agua caliente caía sobre sus hombros, era como estar viviendo algo irreal porque ya se imaginaba pasar la noche en una parada de bus bajo techo para no mojarse, pasando frío y con miedo a que le robaran algo, Taeyong se puso a pensar en la situación y es que le agradecía tanto a...Aún no sabía el nombre pero le agradecía tanto a ese joven Jeong, parecía ser importante, ¿Era el hijo de alguien importante? La recepcionista se dirigió a él con mucha formalidad y respeto y por algo era y si no hubiera sido por él quien sabe que hubiera pasado con Taeyong, aunque fuera solo por esa noche agradecía tanto, ya mañana pensará que hacer con su vida pero ahorita estaba tan relajado que no quería amargar más su noche, quería dormir sin miedo de oír a su madre gritarle a la mañana siguiente que se levantara a hacer el desayuno, quería tener paz y estar tranquilo por una vez en su vida desde que su padre murió, tantas cosas estaban pasando por su mente que no se dió cuenta que tal vez ya había durado mucho en la ducha, así que se apuró a terminar su baño y salir ya con su pijama hacia la sala.

—Ahí podrás dormir esta noche, es lo único que tengo.

Taeyong dirigió su mirada al sofá cama de la sala y asintió, tenía una almohada y una sábana que no era la más caliente que había visto en su vida pero no sé quejaba, para nada.

—¡Oh! No diga eso, no se preocupe por mí, más bien quería agradecerle todo lo que está haciendo por mí, realmente es mu—

—Si está bien tranquilo, que descanses.

Taeyong solo asintió y quedó a oscuras, habían dos bombillos led que alumbraban muy bajo la sala donde se estaba quedando, al ver que quedó solo fue a acomodar su cama improvisada, extrañaba su peluche con el cual dormía todas las noches pero por cuestión de campo no pudo traerlo con él porque era muy grande, al terminar de acomodar todo se sentó y suspiró, su vida había cambiado totalmente en cuestión de horas pero sabía que su padre siempre estaba ahí con él acompañándolo y se sentía acompañado pero también se sentía triste, ¿Cómo su propia mamá y hermana pudieron hacerle algo así? No era justo para él, siempre fue el hijo ideal para cualquiera que veía esa familia, buenas notas, obediente, respetuoso, amable y la lista no terminaba pero solo por defender su punto de vista estaba ahora totalmente solo en esta vida.

Sin saber en qué momento pasó, sus mejillas ya estaban empapadas de lágrimas, las gotas de agua salada rodaban y no dejaban de salir de sus ojitos inocentes y apagados que tenía en ese momento, estaba triste por lo que había pasado pero también estaba molesto, frustrado, nervioso, preocupado porque cuando despertaría no sabía que iba a pasar con él y su vida, su estudio, su futuro... ¿Estaba teniendo un ataque de pánico o era que tenía mucho frío y por eso su cuerpo temblaba? ¿O era que tenía miedo por qué todo se tornó más oscuro a su alrededor de un momento a otro? No lo sabía, estaba tan sumido en sus pensamientos que no se dió cuenta que el joven Jeong le estaba hablando.

—Hey tranquilo, no pasa nada, ¿Le tienes miedo a la oscuridad?

Taeyong no sabía que había pasado pero al notar que no había luz en toda la habitación se percató que había tormenta y seguramente el edificio se quedó sin luz por el momento. Miró a la par y estaba él, su ángel estaba ahí pero ¿Por qué? Alejó sus pensamientos y se apuró a responder.

—U-Un poco.

—Tranquilo ya volverá la luz, el edificio tiene una planta para estos casos, pero cálmate no tienes por qué temblar, aquí no hay monstruos ni nada por el estilo.

Taeyong sonrió un poco, sabía que el más alto estaba vacilando para poder tratarlo de calmar y es que mientras el joven Jeong hablaba se percató que su cuerpo aún estaba temblando.

—Tampoco asustan, los fantasmas no existen.

—S-Si existen

—¿Alguna vez has visto alguno?

—No...

—Ahí lo tienes. Además no hay por que tener miedo en estos momentos.

—Sí, ti-tiene razón, estoy acompañado

—Aunque estás frío, ¿Es por qué tienes frío?

¿Cómo sabía que estab-? Oh...Es que tampoco se había dado cuenta que el contrario le tenía agarrada la mano -que aún temblaba un poco- para calmarlo.

—So-Solo un poco pero no se preocupe

—Bueno...Por qué no tengo más cobijas.

—No se preocupe, más bien muchas gracias por todo esto

—Okay pero trata de tranquilizarte, no es bueno que una persona tiemble tanto.

Tenía razón, pero es que tenía mucho miedo de todo lo que estaba pasando, se sentía solo por parte de su familia, sentía miedo de su futuro, sentía miedo de la oscuridad y también tenía un poco de frío.

—En la cocina hay para hacer té.

El contrario le estaba ofreciendo que se hiciera un té pero ya era mucha molestia lo que estaba causando así que negó y se propuso tranquilizar por sí mismo.

—Tranquilo, estoy bien así.

En media de toda la oscuridad lo único que se veían era esos ojitos brillantes a causa de las lágrimas y se oían los sorbidos de nariz que daba Taeyong para jalar el agua que escurría por su nariz y es que todo se tornó en un silencio pero esta vez no era incómodo, solo se oía la lluvia que caía del cielo, las respiraciones de ambos chicos y una que otra sorbida de nariz, al estar tan tranquilos se sorprendieron cuando la luz regresó.

—Volvió, te lo dije iba a ser rápido.

—Sí, la verdad es sor-sorprendente

—Bueno ahora sí, iré a dormir, si quieres dejas la luz de aquí prendida para que no temas de los monstruos.

Taeyong soltó una ligera risa y asintió agradeciendo, se había vuelto a quedar solo pero ahora sentía más tranquilidad y se sentía seguro, podría dormir más a gusto.

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𝑀𝓎 𝒪𝓃𝓁𝓎 𝐸𝓍𝒸𝑒𝓅𝓉𝒾𝑜𝓃 ||𝓙𝓪𝓮𝔂𝓸𝓷𝓰||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora