Lee Taeyong, un niño de casa que termina sin nada y nadie en la calle en busca de ayuda. Cuando todo parece perdido, Jeong Jaehyun, un joven que no es del todo feliz aún teniendo todo en su vida decide ayudarlo, y lo que no sabe es que la ayuda no s...
Sus labios se movían como si fuera una danza, una danza hermosa, en medio del beso sentían como salían fuegos artificiales detrás suyo y las sensaciones que sentía cada uno era algo nuevo, una sensación que nunca habían sentido con nadie más ni con nada, además que no querían despegarse, se sentían muy bien y querían que fuera eterno pero eso acabo cuando Taeyong se despertó de un salto, ¿Había estado soñando con Jaehyun? La respuesta era sí, pero ¿Por qué ese tipo de sueño? No lo sabía.
Cuando se dió cuenta ya era otro día y era la mañana, lo último que recuerda fue que se durmió en media película, había sido un poquito aburrida pero en cierto punto le gustó aunque por su gripe no pudo continuar despierto, su cansancio lo vencía y a lo que recuerda se durmió sentado y sin cobijar cosa que ahora no era así, estaba acostado y cobijado seguramente Jaehyun le hizo el favor de hasta acostarlo, Taeyong dió un suspiro porque se sentía apenado; "Tienes que conseguir algo lo más pronto posible para irte y dejar en paz al pobre Jaehyun que solo te sigue haciendo favores como si fuera su responsabilidad" y desde buena mañana empezaron los pensamientos negativos en su cabecita terca y antes de seguir así decidió levantarse e irse a bañar, no sabía si Jaehyun estaba en el departamento o había salido, todo estaba muy silencioso, aunque eran las ocho y media de la mañana, claramente iba a estar silencioso.
Mientras se bañaba empezó a hacer un itinerario en su cabeza, primero se bañaría, listo, segundo se abrigaría bien, su resfrío no mejoraba y seguía teniendo un poco de fiebre eso explicaba el porque llevaba frío en su cuerpo, de tercer lugar en el itinerario ordernaría dónde durmió, de cuarto podría hacer el desayuno pues no se sentía de la mejor manera pero podría agradecer de alguna forma a Jaehyun y le haría el desayuno, sabía que no era mucho pero algo poquito como eso era un gesto lindo y amable y de último empezaría a buscar hogar y trabajo en el celular, no podía quedarse mucho tiempo mas ahí, no por nada, le gustaba como estaba pero sentía que ponía incómodo al contrario.
Cuando Jaehyun se despertó olía bastante bien, un olor así de desayuno hace mucho no lo olía y es que él sabía cocinar pero tampoco era que fuera un experto, siempre hacia el mismo desayuno y compraba almuerzo y cena así que deseaba probar eso delicioso que olía y así lo hizo, luego de ordenar su habitación salió hacia el baño a darse una ducha rápida, al salir ya con su ropa ordinaria se dirigió a la cocina y miró a Taeyong preparando el desayuno a lo que pudo ver de lejos era: huevo, tocino, algunas tostadas con mantequilla de ajo, fruta picada y café, si como olía sabía iba a ser un manjar.
—Buenos días.
Taeyong volteó a ver hacia la voz grave y justamente detrás suyo estaba Jaehyun mirando la comida con una mini sonrisa, no se veía molesto por haber invadido la cocina.
—Oh, buenos días, preparé el desayuno, espero no haber causado molestias
—Para nada, muchas gracias huele delicioso.
Taeyong sonrió, esperaba que no haya quedado mal, llevaba desde los veinte años preparando desayunos hacia su familia, no podía quedar mal justamente hoy o eso esperaba.
—Si quieres te sientas, iré sirviendo
—Está bien, gracias
Y así lo hizo, Jaehyun se fue a sentar hacia su respectivo lugar en la mesa mientras texteaba con su mejor amigo, le reclamaba porque le había recomendado una película tan mala y aburrida.
Johnny.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
